No basta con pedirle protección a la Virgen del Carmen, patrona de los conductores. Al manejar un vehículo, más si es de carga, se deben tomar todas las medidas de seguridad necesarias para llegar sano y salvo al destino final.
Un punto clave en los camiones es tener en óptimas condiciones las llantas, lo que no solo dará seguridad, sino que permitirá que estas rindan más. LA PATRIA, con apoyo de Bridgstone Colombia, entrega algunas recomendaciones.
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1. Presión correcta
- El aire dentro de la llanta es el que soporta la carga. El buen rendimiento depende de la utilización de llantas de dimensiones apropiadas al vehículo e infladas a presión correcta.
- Para cada llanta, sus elementos constitutivos están calculados y coordinados para que resistan los esfuerzos ejercidos por la presión de inflado señalada por el fabricante.
- Cuando es más alta o baja que la recomendada, el equilibrio de fuerzas se modifica, llegando a provocar una destrucción prematura de la llanta por los esfuerzos anormales que sufre.
2. Rotación
La demanda dinámica para cada llanta no solo depende del tipo de servicio, sino también de la posición del vehículo. Por ejemplo, las llantas de la dirección, además de soportar la carga, deben resistir los esfuerzos en las maniobras y giros, que recaen fundamentalmente sobre ellas.
Dichos esfuerzos, particularizados por posición en el vehículo, determinan diferentes características de desgaste de las llantas, las que para un mejor rendimiento deben ser niveladas por medio de la rotación. Se recomienda la rotación cada 10 mil kilómetros recorridos.
3. Sobrecarga
Una llanta con sobrecarga de 30% lleva a una pérdida media de 40% en su vida útil. La sobrecarga genera también pérdida de renovados y aumento en el consumo de combustible, pudiendo llevar, además, a roturas en la llanta y hasta la separación de la banda de rodamiento. Por eso, es recomendable que se observe con cuidado la relación correcta presión/carga de las llantas.
4. Velocidad
El desgaste de una llanta a una velocidad de 105 kilómetros/hora es 50% mayor que a 80 km/h.
5. Tipo de terreno
El desgaste de una llanta rodando en trayectos montañosos es dos veces mayor que en trayectos planos.
6. Apareamiento en duales o gemelado
- En camiones livianos la diferencia de tamaño excesiva en rines duales causa exceso de carga en la llanta más alta y arrastre en la más baja.
- El desnivel entre lados del mismo eje provoca transferencia de peso y sobrecarga en uno de los lados. Esto puede ocurrir no solo cuando se montan llantas nuevas con usadas, sino también con llantas nuevas, cuando una está en el límite superior de la tolerancia y la otra en el inferior. No debe haber diferencias superiores a 7 mm en el diámetro o 21 mm en el perímetro, entre pares de llantas.
- Para lograr un buen gemelado se recomienda utilizar siempre la misma dimensión de llanta, la misma profundidad en el labrado, la misma presión de inflado, la misma marca de carcasa y siempre el mismo dibujo o labrado en ellas.
7. Defectos mecánicos
- Extremos de dirección con juego, averías en la barra de dirección y en los brazos auxiliares tienden a generar problemas de desgaste irregular en las llantas.
- Ejes vencidos o deformaciones de la punta de eje delantera tienden a generar problemas de comba, provocando desgaste irregular acentuado en uno de los hombros de la llanta.
8. Espaciamiento en duales
Rines excéntricos y deformados producen desgaste irregular de las llantas, semejante al desbalanceamiento. Cuando se cambia de llantas por otras más anchas, en rodado doble, es necesario prestar atención al espaciamiento de los rines.
No solo el espaciamiento incorrecto genera aumento de temperatura en las llantas, sino que puede llevar a rozamiento entre los costados, cuando se produce flexión en las llantas causada por irregularidades en el camino.
9. Cámaras
Cada vez que se reemplaza una llanta vieja por una nueva, hay que cambiar también la cámara, aunque no tenga grandes reparaciones, pues la usada estará fatigada, perdiendo su elasticidad y dimensiones originales.
10. Balanceo
El desbalanceo, además de la incomodidad que trae al volante, causa desgaste irregular y prematuro a las llantas, cojinetes del cubo del rin y amortiguadores.
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