El acné es una afección cutánea que se produce cuando los folículos pilosos se obstruyen con sebo y células muertas.

Esto provoca la aparición de granos, espinillas, puntos negros y quistes en la cara, el cuello, el pecho, la espalda y los hombros.

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El acné puede afectar a personas de cualquier edad, pero es más común en adolescentes y jóvenes adultos.

El tratamiento del acné depende de la gravedad y el tipo de lesiones que se presenten.

Existen diferentes opciones terapéuticas que pueden aplicarse de forma tópica (sobre la piel) o sistémica (por vía oral o inyectable).

Retinoides

Son derivados de la vitamina A que actúan normalizando el crecimiento y la diferenciación de las células de la piel. Evitan que se tapen los folículos pilosos y tienen efecto antiinflamatorio. Se usan en forma de crema, gel o loción por la noche.

Algunos ejemplos son la tretinoína, el adapaleno y el tazaroteno.

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Antibióticos

Son medicamentos que combaten las bacterias que causan la infección e inflamación del acné. Se pueden aplicar sobre la piel o tomar por vía oral. Los más frecuentes son la clindamicina, la eritromicina, la minociclina y la doxiciclina.

Peróxido de benzoilo

Es un agente oxidante que elimina las bacterias y reduce el exceso de sebo.
También tiene efecto exfoliante y ayuda a desobstruir los poros. Se puede combinar con retinoides o antibióticos para potenciar su acción. Se presenta en forma de gel, crema o loción.

Ácido salicílico

Es un ácido que tiene propiedades queratolíticas, es decir, que disuelve las células muertas que obstruyen los folículos. Además, tiene efecto antiinflamatorio y antibacteriano.

Se puede encontrar en productos cosméticos como geles, lociones o cremas.

Ácido glicólico

Es otro ácido que actúa como exfoliante y mejora la textura y el tono de la piel. También estimula la producción de colágeno y elastina, lo que favorece la cicatrización de las lesiones del acné.

Se puede aplicar en forma de ‘peeling’ químico o en productos cosméticos.

Anticonceptivos orales

Son pastillas que contienen hormonas femeninas (estrógenos y progestágenos) que regulan el ciclo menstrual y disminuyen la producción de sebo.

Están indicados para mujeres con acné hormonal o asociado al síndrome de ovario poliquístico. Deben ser recetados por un médico.

Isotretinoína

Es un retinoide oral que se reserva para los casos más graves de acné que no responden a otros tratamientos.

Tiene efectos secundarios importantes, como sequedad de la piel y las mucosas, aumento del colesterol y los triglicéridos, depresión y malformaciones fetales.

Por eso, requiere un seguimiento médico estricto y el uso de métodos anticonceptivos eficaces. El mejor tratamiento para el acné es el que se adapta a las características de cada persona y a su tipo de piel.

Por eso, es recomendable consultar con un dermatólogo que pueda evaluar el caso y prescribir el tratamiento más adecuado.

Cuidados generales para prevenir y mejorar el acné:

  • Lavar la cara dos veces al día con un jabón suave o específico para pieles acneicas.
  • Evitar el uso de productos cosméticos que contengan aceites o que sean comedogénicos (que obstruyen los poros).
  • No manipular ni exprimir los granos, ya que puede empeorar la infección y dejar cicatrices.
  • Proteger la piel del sol con un protector solar adecuado y evitar las exposiciones prolongadas o intensas.
  • Llevar una dieta equilibrada, rica en frutas y verduras, y evitar el consumo de alimentos grasos, azucarados o procesados.