Desde hace algunas semanas, la Unidad de Cuidado Animal (UCA) del Instituto Distrital de Protección y Bienestar Animal (IDPYBA) alertó sobre el aumento en los casos de contagio por moquillo o distemper canino entre los perros de la capital del país. Según informó el Instituto hace unos días, en diferentes localidades de la ciudad se presentaba una positividad de hasta 40 %.

Adriana Estrada, directora general del IDPYBA, señaló que están atravesando una situación devastadora y que actualmente “estamos haciendo lo que científica y humanamente está a nuestro alcance para enfrentar la alta positividad de distemper”.

(Puede leer: Regular los pasivos ambientales, una deuda histórica de Colombia)

¿Qué es el distemper canino?

Según la Secretaría de Ambiente de Bogotá, el distemper canino, también conocido como moquillo o enfermedad de Carré, es una enfermedad de origen viral de alta capacidad de transmisión. Julián Ruiz-Sáenz, virólogo de la Universidad Cooperativa de Colombia sede Antioquia, comentó que “las variantes que circulan en Colombia tienen una alta potencialidad para causar enfermedades neurológicas, mucho más que las digestivas”.

El virus se puede transmitir “a través de secreciones, aerosoles (gotículas de saliva expulsadas por ladridos o estornudos), orina y heces”, dijeron desde el IDPYBA, quienes agregaron que las autoridades de la ciudad se encuentran amplificando el genoma del virus para establecer si se está ante la presencia de un nuevo linaje con condiciones atípicas o no.

(Le puede interesar: Alemania destina 7 millones de euros a la protección de la biodiversidad en Colombia)

Lee También

¿Cuáles son los síntomas del moquillo?

Desde la entidad resaltaron algunos de los síntomas que pueden indicar que el perro puede haber contraído el distemper canino. Algunos de estos son: secreciones nasales, oculares acuosos o con pus, diarrea, fiebre, decaimiento, pérdida de equilibrio, movilidad, deficiencias en músculos, movimientos involuntarios -también conocidos tic-. ante la presencia de cualquiera de estos síntomas, se debe acudir de inmediato al médico veterinario y evitar el contacto con otros perros.

Las autoridades señalaron que la vacunación sigue siendo la herramienta más útil de prevención, aunque estas no brinden un 100 % de protección ante la enfermedad. Para los cachorros, la vacunación debe iniciar en las primeras semanas y para los adultos se debe utilizar la pentavalente bajo criterio médico. Eso sí, resaltan desde el IDPYBA, todos deben vacunarse y obtener su refuerzo anual.