Escrito por:  Redacción Vivir Bien
Ago 8, 2024 - 3:36 pm

La forma de una botella de vino no es solo una cuestión estética, pues influye en la conservación del vino, en su aroma y en su sabor. Por ejemplo, las botellas altas y estrechas permiten que el vino entre en contacto con una menor cantidad de oxígeno,  mientras que las botellas con fondo redondeado ayudan a concentrar los aromas.

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¿Por qué todas las botellas de vino son de 750 ml?

Origen histórico

Se cree que esta medida tiene sus raíces en la antigua Roma, donde se utilizaba una medida de capacidad similar. Además, en la época medieval, los monjes benedictinos, grandes conocedores del vino, estandarizaron esta medida para facilitar el comercio y la distribución.

Factores prácticos:

  • Transporte y almacenamiento: un tamaño de 750 ml es lo suficientemente manejable para ser transportado y almacenado sin ocupar demasiado espacio.
  • Consumo: esta cantidad se considera ideal para compartir entre varias personas en una comida o celebración.
  • División en copas: permite dividir el contenido de la botella en un número razonable de copas, facilitando el servicio.
  • Envejecimiento: aunque parezca contradictorio, este tamaño también es adecuado para el envejecimiento del vino. Una botella más pequeña podría oxidar el vino demasiado rápido, mientras que una demasiado grande podría diluir los aromas.

¿Por qué las botellas de vino tienen un hueco?

Shutterstock
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Ese pequeño hueco en el fondo de las botellas de vino tiene varias funciones importantes:

  • Mayor resistencia: la principal función es hacer la botella más resistente. Al crear esa concavidad, se crea una especie de contrapeso que ayuda a soportar la presión interna del vino, evitando que la botella explote.
  • Protección del vino: el hueco también actúa como un amortiguador natural. Al caer en el círculo exterior, los posibles sedimentos que se forman en el vino quedan atrapados y no se mezclan con el líquido al servirlo.
  • Facilita el manejo: la forma cóncava hace que la botella sea más estable y fácil de agarrar, reduciendo el riesgo de que se resbale o se caiga.
  • Origen histórico: curiosamente, el origen de esta forma se remonta a los primeros sopladores de vidrio. Al crear las botellas de forma manual, era difícil lograr una base completamente plana, por lo que dejaban esa pequeña concavidad para asegurar la estabilidad de la botella.

¿Cómo saber si una botella de vino es buena?

La etiqueta:

  • Denominación de origen: indica la región donde se cultivaron las uvas y el tipo de vino. Las denominaciones de origen controladas suelen garantizar una mayor calidad.
  • Bodega: una con reputación suele producir vinos de mayor calidad.
  • Añada: el año de cosecha puede influir en el sabor del vino.
  • Variedad de uva: diferentes uvas producen vinos con características únicas.

La botella:

  • Peso: una botella pesada suele indicar un vidrio de mayor calidad y un vino más cuidado.
  • Forma: puede dar pistas sobre el tipo de vino y su origen.
  • Nivel de líquido: uno demasiado bajo puede indicar que el vino ha evaporado y se ha oxidado.
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Al servir el vino:

  • Color: el color debe ser limpio y brillante, sin turbidez.
  • Aromas: un buen vino tiene aromas complejos y agradables, que pueden variar según la variedad de uva y el proceso de elaboración.
  • Sabor: el sabor debe ser equilibrado, con una buena combinación de acidez, taninos, alcohol y dulzor.
  • Final: un buen vino deja un retrogusto agradable y persistente.

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