Luego del revuelo que ha provocado la nueva variante, descubierta en Sudáfrica hace algunos días, y las medidas restrictivas que provocó desde todo el mundo contra África , llegaron las reacciones desde ese continente.

Y uno de los primeros en reaccionar fue el presidente de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa, que urgió a todos los países que impusieron restricciones de viaje al sur de África a “revertir urgentemente sus decisiones” porque no tienen “justificación científica” y en cambio sí hace más daño a la economía.

Para el mandatario, las restricciones “discriminan injustamente” a las naciones australes africanas, además de que “no serán efectivas para prevenir la expansión de esta variante”.

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Y también se dirigió a los países que han tenido gran parte del control de la pandemia:

“En lugar de prohibir viajes, los países ricos del mundo deben apoyar los esfuerzos de las economías en desarrollo para acceder y fabricar suficientes dosis de vacunas para sus pueblos sin demora. La emergencia de la variante ómicron debería ser una llamada a despertar para el mundo sobre que la desigualdad de la vacuna no puede continuar”.

En esa misma línea de reclamos se pronunció Ayoade Olatunbosun-Alakija, la vocera de la Alianza Africana para la Entrega de Vacunas.

La experta le dijo a la BBC:

 “La aparición de esta variante era inevitable. Se debe a la falta de vacunación por el acaparamiento de vacunas por parte de los países desarrollados”.

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Para Olatunbosun-Alakija, la despreocupación mundial por lo que pasa en África hizo inevitable la aparición de una variante como Ómicrón: “Si el covid-19 que apareció en China hubiera aparecido primero en África, no quedan dudas de que el mundo nos habría encerrado y hubiera tirado la llave muy lejos. No habría existido ninguna urgencia para desarrollar vacunas porque hubiéramos sido prescindibles“.

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La vocera señaló en el medio británico que las restricciones también son “inaceptables” porque considera que “están basadas en temas políticos y para nada en una investigación científica”.

Además, lanzó un planteamiento y con este un interrogante claro sobre lo que está pasando en ese continente:

“Hasta que todo el mundo no esté vacunado, nadie está seguro frente a esta pandemia, entonces, ¿cuál va a ser la respuesta global a este nuevo desafío? ¿Va a ser una respuesta política de proteger a las personas de cada país evitando que lleguen esos ‘africanos no vacunados’? La pregunta que hay que hacerse es por qué los africanos no están vacunados, ¿qué está pasando allí?”.

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Entre tanto, Ramaphosa anunció que el país intensificará la inoculación contra la covid-19 y comenzará el proceso para introducir dosis de refuerzo. También estudiará hacerla obligatoria para “actividades y lugares específicos”.

“Somos conscientes de que la introducción de tales medidas es un tema difícil y complejo, pero si no abordamos esto seriamente y con urgencia, continuaremos siendo vulnerables a las nuevas variantes y continuaremos sufriendo nuevas olas de infecciones“, argumentó.