Tener una mascota en casa es una labor que requiere de cariño, tiempo y mucha atención. Además, es necesario saber que cuidados darle a tu canino dependiendo sus condiciones de salud, su físico e incluso, su raza.

Así mismo, te aconsejamos que te mantengas informado sobre aquello que le hace bien a tu perro y sobre algunos comportamientos que debes tener en cuenta para saber cuándo demuestra afecto, dolor o nerviosismo.

Entre aquello que podrías conocer es saber porqué tu perro te lame con frecuencia. Esta es una conducta que tiene raíces en sus antepasados los lobos, los cuales, al salir a cazar y volver, reciben lamidas de sus lobeznos para que regurgiten y puedan dar de comer a sus cachorros.

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En la actualidad, el lamer de un canino puede tener varios significados. Por ello, en Cromos te brindamos algunas de las razones.

Razones por las que tu perro te lame con frecuencia

El portal especializado ‘Zooplus ha listado algunas de las razones de porqué un perro lame a su humano con frecuencia. Varias de ellas son:

Lamidos calmantes

Cuando el perro convive con otros animales suele lamer su hocico para apaciguar el carácter del otro. Lo mismo pasa con los humanos, si él te ve enfadado o tenso, te lamerá para ayudarte a calmar tu actitud. Él solo quiere tranquilizarte.

Cuestión de gusto

“Lamer sirve también para asimilar moléculas de olor y de sabor. Muchos canes quieren descubrir los olores interesantes mediante lamidos. Así que pueden literalmente lamer el olor de otros perros de tu mano”, explica Zooplus.

Expresión de afecto

Si en más de una ocasión tu canino te ha lanzado un lengüetazo después de haberlo acariciado, darle comida o cualquier otra acción de cuidado, es porque tu perro te está diciendo “gracias”. Es su manera de besarte y casi siempre suele hacerlo en las manos o en la cara.

Invitación para jugar, divertirse y mimos

En ocasiones, los perros quieren conseguir algo mediante los lamidos. De hecho, muchos perros han podido entender que cuando lamen la mano de su amo, reciben mayor atención. Así, obtendrán caricias o interés para jugar con ellos.

Ten en cuenta que no siempre se debe responder a sus lamidos, de lo contrario, se convertirá en un hábito que puede incomodarte con el tiempo.