En diciembre de 2021, el buceador Dorian Borcherds se encontró con un grupo de medusas en la costa de Papúa Nueva Guinea que lo sorprendieron, por los círculos negros detallados en sus campanas y la forma en que se movían por el agua. La medusa, dijo, tiene aproximadamente el tamaño de un balón de fútbol.

Borcherds, que ha buceando en la zona durante más de dos décadas, decidió mandarle a su esposa el video que había tomado y ella, a su vez, lo subió a “La Aplicación de Medusas”, un proyecto liderado por Lisa-Ann Gershwin, experta en medusas.

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Este es el video:

Tras ver el registro, Gershwin dijo a The Guardian que apenas pudo contener su emoción y que casi se cae de la silla. Aunque inicialmente pensó que la medusa del video era la misteriosa y elusiva especie Chirodectes maculatus, ahora la investigadora cree que podría ser una nueva especie.

Aunque ella está confiada en esta intuición, y los hallazgos que la respaldan, el artículo que realizó sobre la clasificación de la medusa aún no ha sido revisado por pares. Al final de este proceso, se tendrá certeza sobre las características y clasificación del animal. Otros científicos, como Allen Collins, curador del Museo Nacional de Historia Natural del Instituto Smithsonian, se inclinan más por la opción de que este sea otro ejemplar de la especie Chirodectes maculatus.

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“No es posible distinguir todos los caracteres de la especie Chirodectes maculatus en el video, pero ciertamente encaja muy bien según lo que uno puede observar”, dijo Collins a Vice News. En lo que coincide también la ecóloga Kylie Pitt es que el material audiovisual no es suficiente para realizar la clasificación de la medusa.

Por ejemplo, algunos de los caracteres son internos y un investigador tendría que sostener la especie en sus propias manos para saber si es nueva, dijo Pitt a The Guardian.

Incluso si la medusa no es una nueva especie, los investigadores igualmente están sorprendidos de que el individuo haya quedado capturado en cámara. La especie Chirodectes maculatus, después de todo, fue encontrada hace años en la Gran Barrera de Coral y solo fue descrita en 2005 por un grupo de investigadores australianos.

En el artículo, dicen que, tras capturar a la medusa en 1997, no quisieron diseccionarla y, por eso, solo realizaron observaciones físicas exteriores. Aunque inicialmente la clasificaron en el género Chiropsalmus, un año después, en 2006, la misma Lisa-Ann Gershwin publicó comentarios sobre esta descripción y trasladó a este organismo al género Chirodectes, donde fue aceptado.