El diario El Espectador le dedica una página entera a hablar de esta ave de rapiña, aposentada en el sitio donde comenzará la primera línea del metro de Bogotá.

Empleados del patio taller notaron que el ave anidaba en uno de los pocos árboles de la zona, los cuales deberán ser talados apenas comiencen en forma los trabajos de la primera línea del metro de Bogotá.

De inmediato, los obreros dieron aviso a las autoridades ambientales de la ciudad. Allí, el ave fue fotografiada junto a sus huevos, que estaba empollando la madre.

Semanas más tarde, señala El Espectador, solo uno de los polluelos pudo ver la luz más allá del cascarón y comenzó su proceso de desarrollo: lo vieron hacer sus primeros vuelos a árboles vecinos e incluso llegó a volar por encima del río Bogotá, hasta que comenzó a recibir comida de su madre en pleno vuelo; al pichón le hace falta poco para abandonar el nido.

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Precisamente, el medio dice que cuando la cría abandone el nido, probablemente la madre hará lo mismo, y ahí sí procederán a talar los árboles, pero no antes de que las aves decidan irse por sí solas.

El gavilán maromero o eranio maromero es un ave rapaz pequeña, por lo general de color blanco, dice el portal especializado eBird.org.

Tiene alas grises y espalda con hombros negros. Revolotea sobre áreas abiertas en busca de ratones, serpientes y otras presas. Se posa encima de la vegetación alta en paisajes abiertos, incluyendo planicies costeras, áreas agrícolas y la región andina colombiana.

Esta especie tiene una longitud total de 35 a 40 cm. Las hembras, que son más grandes, alcanzan un peso de unos 300 gramos.