El Centro Cultural Universitario Rogelio Salmona se consolida como uno de los escenarios más destacados de la vida cultural en Manizales al acoger una nueva edición de la Feria del Libro. Esta edición sobresale por su capacidad de integrar eventos que van desde presentaciones literarias y talleres hasta exposiciones artísticas y conciertos, congregando un público diverso. La programación ha sido cuidadosamente concebida para fomentar la inclusión, el diálogo y la divulgación de saberes, valores reflejados en actividades dirigidas a diferentes grupos sociales, desde madres gestantes hasta creadores y académicos locales.
Uno de los hechos más significativos en este contexto es la conversación entre Humberto de la Calle Lombana e Iván Marulanda bajo el título “La ciudadanía conversa sobre el futuro de Colombia. Estrategias para desescalar la polarización y alcanzar un debate político sin violencia”. La pertinencia de este diálogo se explica por el ambiente de polarización política y social que vive Colombia actualmente. Estudios recientes, citados por la Fundación Paz y Reconciliación y medios como El Espectador y Semana, resaltan que promover debates abiertos y respetuosos es esencial para fortalecer la democracia, aportar a la reconciliación y reducir la violencia simbólica que ha permeado las discusiones públicas.
El componente literario de la feria tampoco pasa desapercibido. Autores reconocidos del área como Fátima Vélez y Octavio Escobar, al presentar sus obras “Galápagos” y “Manu”, respectivamente, representan el auge de la literatura regional, un fenómeno que la UNESCO ha identificado como clave para la preservación de la identidad y las tradiciones en América Latina. Asimismo, el espacio pensado para la lectura dirigida a madres gestantes y bebés demuestra un enfoque integral donde la literatura es concebida como vehículo de desarrollo humano desde edades tempranas, en concordancia con estrategias de promoción de la alfabetización propuesta por UNICEF.
En el ámbito de las artes visuales, sobresalen las exposiciones “Kima Kose” y “Pequeños viajeros de los Andes”, que exploran temas identitarios, geográficos y culturales, y buscan visibilizar perspectivas interculturales muchas veces marginadas. Este enfoque contemporáneo de la museografía destaca la importancia de la memoria histórica y el reconocimiento de la diversidad, en línea con análisis compartidos desde la Revista Estudios Latinoamericanos de Museología.
La programación se completa con talleres temáticos y conversatorios que exploran, entre otros asuntos, la escritura emocional y el uso de tecnologías innovadoras en la gestión de la memoria cultural, como sucede en el taller “IA ancestral: crear el futuro literario en la era de los nativos de IA”. Este cruce entre tradición y tecnología, investigado por el Centro de Estudios Interculturales y Tecnológicos de la Universidad Nacional de Colombia, refleja una apuesta por vincular saberes ancestrales con herramientas contemporáneas.
El cierre musical corre por cuenta de la Orquesta Sinfónica de Caldas, cuyo Ensamble de metales y percusión subraya la relevancia de la música en la formación de identidad y en la construcción de espacios colectivos de encuentro. Así, la feria trasciende su carácter habitual de evento editorial para erigirse como una plataforma de diálogo, integración y proyección cultural, orientada a repensar de manera crítica e inclusiva el futuro de la sociedad colombiana.
¿Qué estrategias se utilizan para promover la inclusión en eventos culturales como esta feria?La inclusión en espacios culturales se establece mediante la programación de actividades dirigidas a públicos distintos y el diseño de espacios pensados para grupos tradicionalmente menos visibilizados, como madres gestantes y bebés, en sintonía con lineamientos de organizaciones internacionales como UNICEF. También se observa en la selección de expositores y artistas representativos de comunidades diversas y la apertura de espacios de diálogo político donde personas de diferentes tendencias pueden participar. Estas estrategias permiten ampliar la participación ciudadana y fortalecer vínculos sociales a partir del arte, la literatura y otras manifestaciones culturales.
¿Por qué es importante la descentralización cultural en el ámbito de las ferias del libro?La descentralización cultural, destacada por la UNESCO, es fundamental porque propicia el fortalecimiento de identidades propias y tradiciones locales, alejando el foco exclusivo en grandes capitales y fomentando la producción y el reconocimiento de autores y propuestas artísticas regionales. Aplicada en ferias del libro, esta descentralización permite que los habitantes de diversas zonas accedan a expresiones culturales y literarias de su entorno, fortaleciendo su sentido de pertenencia y promoviendo la diversidad dentro del panorama cultural del país.
* Este artículo fue curado con apoyo de inteligencia artificial.
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