Por: El Colombiano

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Este artículo fue curado por Andrea Castillo   Jul 17, 2024 - 11:14 am
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Un estudio reciente ha causado preocupación al revelar que los tampones, uno de los productos menstruales más utilizados en el mundo, contienen metales pesados tóxicos como plomo y arsénico. La investigación, llevada a cabo por la Escuela de Salud Pública de UC Berkeley, es pionera en su tipo y ha abierto un debate sobre la seguridad de estos productos.

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El estudio, publicado en la revista Environment International, analizó 30 tampones de 14 marcas distintas disponibles en Estados Unidos y Europa. Los investigadores encontraron concentraciones mensurables de 16 metales pesados, incluidos plomo y arsénico, en todos los tampones examinados, lo cual ha alertado a la comunidad científica, pues estos metales pueden tener efectos tóxicos en el organismo y están asociados a enfermedades como demencia, infertilidad, diabetes y cáncer.

Jenni A. Shearston, investigadora principal del estudio, explicó: “Algunos tampones tenían concentraciones más altas de un metal y concentraciones más bajas de otro. No encontramos ningún tampón en concreto que pareciera tener una concentración más baja de todos los metales”.

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El equipo de UC Berkeley decidió investigar los tampones debido a la falta de información sobre sus componentes y posibles contaminantes.

“Históricamente, la menstruación ha sido un tema tabú”, comentó Shearston. “Eso no solo nos afecta en nuestra vida social, también afecta la investigación científica y creo que es una de las razones por las que no hemos realizado suficientes estudios sobre productos menstruales”.

Para llevar a cabo el estudio, los investigadores dividieron los tampones en categorías según su origen (Estados Unidos o Europa), si eran de marca blanca o no, y si eran orgánicos (100 % algodón) o no orgánicos.

Encontraron que los tampones orgánicos tenían mayores concentraciones de arsénico, mientras que los no orgánicos mostraron niveles más altos de plomo.

A pesar de estos hallazgos, los efectos exactos de la presencia de estos metales en los tampones sobre la salud no están claros. “No sabemos si alguno de estos metales se absorbe por vía vaginal, lo cual es clave cuando se trata de exposición”, le indicó la doctora Jennifer Lincoln, obstetra, ginecóloga y autora del libro Let’s Talk about Down There, a Telemundo.

Asimismo, Shearston subrayó que su estudio solo evaluó la presencia de metales en los tampones, pero no si estos pueden filtrarse al cuerpo. “Solo necesitamos más información. Lo que me gustaría animar a la gente a hacer es apoyar más investigaciones y hacer más preguntas sobre esto para intentar que la investigación sobre los productos menstruales y la menstruación sea una prioridad”.

Por su parte, el doctor Mitchell Kramer, presidente de OB-GYN en el Huntington Hospital Northwell Health, calificó el estudio de “innovador” y destacó la necesidad de más pruebas por parte de los fabricantes de tampones.

“Definitivamente, se requieren más evaluaciones. Creo que potencialmente tiene un impacto significativo en términos de cómo se producen los tampones y el efecto de estos en los usuarios”, anotó.

Si bien es cierto que el estudio no concluye que los tampones no sean seguros, sí sugiere precaución. Kramer recomendó a las usuarias alternar el uso de tampones con otros productos menstruales para reducir la exposición a estos metales.

“En lugar de usar tampones las 24 horas del día, los 7 días de la semana durante el periodo, tal vez alternar entre eso y una toalla sanitaria”, sugirió.

En última instancia, este estudio resalta la necesidad urgente de investigar más a fondo los componentes y contaminantes de los productos de higiene menstrual para garantizar la seguridad de las personas que los usan.

Se estima que cien millones de mujeres utilizan tampones en todo el mundo, y que cada una consumirá un promedio de once mil unidades durante su vida.

Es decir, los tampones son el producto predilecto de higiene menstrual en Europa Occidental y los Estados Unidos, mientras que en otros países su tasa de uso no supera el 4%.

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No obstante, muchas mujeres hoy están buscando alternativas más saludables y sostenibles sobre este producto, “ya sea porque produce infecciones graves, por ahorro o simplemente porque están preocupadas por el impacto que estos dejan en el medio ambiente”, argumentó la Clínica Ginecológica Sants de España.

Esa misma institución compartió seis alternativas saludables a los tampones:

  1. Copa menstrual
  2. Esponjas marinas reutilizables
  3. Ropa interior acolchada
  4. Discos menstruales
  5. Almohadillas de tela reutilizables
  6. Flujo libre instintivo

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