Que exista uno que otro gas en medio de la relación no quiere decir que tu pareja no sienta respeto por ti o que tú no la quieras lo suficiente. En una entrevista con HuffPost, el terapeuta matrimonial y familiar Gary Brown dijo: “Es una señal saludable; esto solo quiere decir que cada uno se siente lo suficientemente cómodo con el otro”.

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Además, el especialista dijo que aquellos que se atreven a hacerlo es porque tienen la suficiente confianza con su pareja, lo cual se verá reflejado a la hora de tener sexo, pues podrán serán más abiertos a experimentar y mostrar de qué están hechos.

Sin embargo, es importante resaltar que la flatulencia en muchas ocasiones puede ser involuntaria, ya que se debe a un problema de salud, lo cual es importante aclarar y aprender a normalizar dentro de la relación.

Pero como en el amor y los gases no todo es color ni olor de rosa, esto puede ser un problema; si por lo contrario tu pareja no lo acepta, se ve como irrespeto. Aquí lo importante es llegar a acuerdos porque un pedo puede terminar siendo un pedo mayor si se sobrepasa la línea del respeto.

Si ya hay un acuerdo preestablecido y se ha hablado del tema, es mejor evitar una discusión; que te amen o ames no quiere decir que hay que soportar todo.

Que idealices a tu pareja no quiere decir que su cuerpo tenga que funcionar como el de un ser sobrenatural; las personas sí se echan uno que otro gasecito y a menos que tú seas lo más cercano a un semidiós, también debes aceptar que haces parte del grupo.