En los últimos días se conoció que Camilo Andrés Quiróz, ingeniero ambiental egresado de la Universidad Popular del Cesar, UPC, logró ser parte del selecto grupo de los 37 ‘embajadores de los páramos de Colombia’, luego de mostrar su interés y trabajo en pro del ecosistema.
Este concurso es impulsado por la empresa Bavaria, el Ministerio de Ambiente, Parques Nacionales Naturales de Colombia, la Universidad EAN, y la Consejería Presidencial para la Juventud.
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Esta campaña nacional busca que ciudadanos entre los 18 y 28 años desarrollen aptitudes y habilidades que contribuyan al cuidado de estos ecosistemas. Camilo Andrés, quien fue presidente de la Cámara Junior Internacional, JCI, de Valledupar, ahora tiene la responsabilidad de trabajar por el cuidado del páramo del Perijá en el departamento del Cesar.
“El año pasado, en la primera versión, apliqué al concurso pero no pasé, y en esta oportunidad realicé nuevamente el proceso de inscripción y se me dieron las cosas. La dinámica funciona de la siguiente manera: Se escogen 37 jóvenes en todo el territorio nacional, que corresponden a los 37 páramos que hay en el país. Fui el único cesarense que quedó seleccionado”, contó.
¿Y ahora qué procede?
Los embajadores recibirán acompañamiento con capacitaciones y, al mismo tiempo, podrán participar nuevamente para el concurso de los mejores 10 embajadores de páramos y hacer parte del campamento educativo ‘bootcamp’ que se realizará en Bogotá.
“En este momento estamos en un proceso formativo con la Universidad EAN, donde vamos a emplear todos los conocimientos que tenemos sobre los páramos, y nos van a brindar una serie de guías para aprender a solucionar los problemas que se presentan en esos lugares. Posteriormente, luego de ese diplomado o curso que hacemos debemos realizar un proyecto que vaya alineado al páramo que estamos representando, y ellos hacen una nueva convocatoria y eligen a 15 o 10 jóvenes para llevarlos a Bogotá”, siguió contando.
En ese orden de ideas, señaló al diario EL PILÓN que su proyecto final estará enfocado hacia los mecanismos de participación ambiental, “si los jóvenes son conscientes de esa normativa, la protección de estos lugares será sagrada. Hay que mencionar que este tema no solo debe ser competencia de los ingenieros ambientales, sino también de los abogados, agrónomos, economistas, administradores de empresas, y demás profesionales o ciudadanos”, agregó.
Camilo, de 25 años de edad, mencionó que uno de los requisitos que contemplaba el concurso era que el participante debía mostrar sus trabajos ambientales realizados en el departamento, de los cuales asegura tener muchos.
Ketty Jannith Gutiérrez Maestre/EL PILÓN
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