
El debate sobre si se debe decir “libido” o “líbido” es una confusión común entre hablantes de español. Según la Real Academia Española (RAE), la única forma correcta es “libido”, sin tilde y con pronunciación llana. “Líbido”, en cambio, es un error derivado de la influencia de “lívido”, un adjetivo que significa “pálido” o “amoratado”.
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La pronunciación de “libido” sigue las reglas generales del español, donde las palabras graves que terminan en vocal o en las consonantes “n” o “s” no llevan tilde. Se pronuncia “li-bi-do”, con el acento prosódico en la penúltima sílaba. La confusión con “líbido” ha llevado a muchos hablantes a creer que la palabra es esdrújula, cuando en realidad no lo es.
El significado de “libido” proviene del latín libīdo, y su uso está vinculado principalmente a la psicología. La RAE lo define como el impulso sexual que, según ciertas teorías, es la raíz de múltiples manifestaciones psíquicas. Sigmund Freud fue uno de los primeros en popularizar el término dentro del psicoanálisis, describiéndolo como una energía fundamental en el comportamiento humano.
En el habla cotidiana, se utiliza para referirse al deseo sexual de una persona y su fluctuación por diversas razones, como el estrés, la edad o el estado emocional.
¿Qué otras palabras confunden en el español?
Este tipo de confusiones en la lengua española no son poco frecuentes. La Universidad de Piura, en sus estudios sobre el lenguaje, señala que el español tiene numerosos términos que suelen generar errores de pronunciación o escritura. Un ejemplo es “bizarro”, que en español significa “valiente” o “generoso”, mientras que muchas personas creen que significa “extraño” debido a la influencia del inglés ‘bizarre’.
Otra confusión común es la diferencia entre “infligir” e “infringir”. “Infligir” significa ‘causar daño’, mientras que “infringir” se refiere a ‘violar una norma’. También ocurre con “aptitud” y “actitud”, palabras similares en estructura, pero distintas en significado: la primera se refiere a la capacidad de realizar algo, mientras que la segunda está relacionada con la disposición o el comportamiento.
El uso incorrecto de “líbido” en lugar de “libido” es un error ampliamente difundido en la lengua hablada, pero también aparece en escritos informales. Los expertos en lingüística recomiendan verificar siempre la forma correcta de las palabras en fuentes confiables, como la RAE y los diccionarios académicos.
La confusión entre palabras similares demuestra lo complejo que puede ser el español y la importancia de conocer las normas ortográficas y gramaticales. La RAE enfatiza que la correcta escritura y pronunciación de los términos ayudan a evitar errores y mejorar la comunicación. Por su parte, universidades como la de Piura han desarrollado estudios sobre los errores frecuentes en el lenguaje y cómo los hablantes pueden corregirlos.
Para quienes buscan precisión en el uso de la lengua, es fundamental consultar fuentes especializadas y prestar atención a los detalles que pueden cambiar el significado de una palabra. La diferencia entre “libido” y “líbido” es solo un ejemplo de cómo una pequeña variación puede alterar completamente el sentido de un término en español.
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