La salud de las mascotas es sinónimo de felicidad. En muchas ocasiones una enfermedad aguda o crónica en nuestro perro o gato puede no solo afectar la calidad de vida de la mascota, sino también de sus dueños.

La siguiente es la guía sobre las enfermedades más comunes tanto en caninos, como en felinos, con el fin de que los dueños de mascota puedan conocerlas y prevenirlas, y seguir recomendaciones para su manejo, que con seguridad mejorarán la calidad de vida de toda la familia.

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Lo primero a tener en cuenta es que las mascotas, al igual que los humanos, son seres vivos, por lo que están también expuestas a tener enfermedades. Esto lo deben evaluar todas aquellas personas que estén considerando darle la bienvenida a un nuevo peludo a su hogar, ya que al tomar esta decisión deben ser conscientes de que adquieren una responsabilidad durante toda la vida de esa mascota o “hasta que la muerte los separe”, tanto en la salud, como en la enfermedad.

Cabe mencionar, que una de las causas más frecuentes de abandono en perros y gatos de compañía, especialmente de edad avanzada o mayores de siete años, es la falta de recursos, tiempo y paciencia para acompañar a la mascota en medio de una enfermedad. Sin embargo, una de las formas de combatir esta situación es generar conciencia frente a la adopción responsable.

Las enfermedades que se presentan con mayor frecuencia en la clínica diaria de los veterinarios son las siguientes, según el Dr. Carlos Cifuentes, de la M.V. U. de la Salle.

Gastroenteritis en perros

Esta enfermedad hace referencia a una inflamación del sistema digestivo, que puede ser aguda, persistente o crónica en nuestros perros adultos o cachorros. Se presenta en muchas ocasiones por la aparición de un virus, un parásito o una bacteria o por ingerir alimentos en mal estado o pesados para su organismo, por contacto con otros perros enfermos o inclusive por estrés.

Los síntomas que generalmente pueden tener los perros, al igual que los humanos, son vómitos, diarreas, deshidratación, evidenciada por mucosas secas, por cambios en la piel y sus pliegues que no vuelve a su sitio con la rapidez acostumbrada; rechazo ante la manipulación de la zona abdominal; aparición de fiebre; pérdida de apetito o evidente malestar físico.

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Este diagnóstico puede durar alrededor de 2 a 3 días si es aguda. En el caso de la gastroenteritis que aparece de forma lenta y se mantiene a lo largo del tiempo, se puede considerar crónica. Es importante tener en cuenta que hay algunas razas, como los Bulldogs o los Boston Terrier, que podrían tener predisposición a presentar problemas digestivos, por lo que se recomienda darles una dieta de cuidado especial indicada para este tipo de sensibilidad.

De igual manera, para las diferentes razas, el consejo es cuidar su salud cumpliendo con su esquema de vacunación inicial y sus refuerzos, estando al día con la desparasitación, manejando un alimento de calidad y suplementando con prebióticos y probióticos. Si su perrito presenta síntomas asociados a este trastorno acude al médico veterinario para evitar complicaciones en su salud.

Cistitis idiopática felina

Es una de las enfermedades más frecuentes y que genera mucho dolor en gatos afectando las vías urinarias y la vejiga, llevando incluso a la obstrucción y la imposibilidad de vaciar la orina.

Hasta el momento se desconoce el motivo exacto por el cual se desarrolla esta enfermedad; sin embargo, uno de los principales factores desencadenantes es el estrés. Esta enfermedad incluso se ha presentado con mayor frecuencia a raíz de la cuarentena, teniendo en cuenta los cambios en el ambiente que han tenido nuestros gatos, que han pasado a convivir más tiempo con los humanos y tener menos tranquilidad en algunos casos.

Otros factores que pueden ocasionar el estrés en los gatos pueden ser la presencia de varios o nuevos gatos en casa, cambios importantes en el entorno, como la llegada de bebés, otras mascotas o mudanzas; la falta de separación de zonas de juego, eliminación, descanso y comida o la falta de limpieza de la caja de arena; puntos de agua insuficientes o sin mantenimiento o la ausencia de tiempo de juego.

Esta enfermedad necesita el diagnóstico y acompañamiento del médico veterinario, para descartar patologías como infecciones o cálculos urinarios, y para entender cómo modificar el entorno según las necesidades naturales del gato.

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Generalmente se recomiendan dietas prescritas que incluso ayuda a disminuir el estrés y mejora la salud del tracto urinario por medio de sus componentes. La cistitis ideopática felina es una de las patologías más dolorosas para los gatos, el tratamiento no debe ser sólo farmacológico, sino que es necesario, además, modificar el entorno y reducir el estrés.

Dermatitis alérgica o infecciosa en perros

Los problemas de piel son el segundo motivo de consulta en las clínicas veterinarias, estas enfermedades inflamatorias de la piel de nuestros perros, pueden ser causadas por una hipersensibilidad a distintos componentes o factores como parásitos externos (pulgas, garrapatas, ácaros y piojos), infecciones bacterianas o fúngicas, alimentación, superficies o sustancias irritantes o por un componente genético que hace a ciertas razas sensibles a afecciones de la piel.

Algunos síntomas pueden ser el rascado continuo, el lamido excesivo en ciertas zonas, el perro se frota con el piso, objetos o paredes, se producen raspones, cortaduras, costras y pústulas, entre otros.

Debido a las múltiples causas que pueden provocar dermatitis, es indispensable acudir a consulta para realizar todos los exámenes pertinentes y tratar de determinar la causa exacta que genera este problema, de lo contrario los perros padecerán constantemente de alteraciones en la piel.

Los tratamientos por lo general se basan en controlar todos los posibles factores desencadenantes de irritación cutánea, por lo cual podremos encontrar desde desparasitantes externos hasta manejo nutricional con dietas prescritas para el cuidado específico de la piel. Los tratamientos también pueden ir acompañados de baños habituales con champú medicado para perros y medicamentos según la recomendación del médico veterinario.

Enfermedad renal en gatos

La enfermedad renal felina suele presentarse con signos como inapetencia, aumento del consumo de agua, que orine con más frecuencia o fuera de la caja de arena, o que no orine, que haya sangre en la orina, pérdida de peso, exceso de sueño, debilidad, mal aliento, mucosas pálidas y cambios sistémicos.

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Aunque esta patología también se presenta con frecuencia en perros, especialmente mayores de siete años, es más común en los gatos incluso en gatos jóvenes. Como todas las patologías, requiere un diagnóstico por medio de exámenes clínicos para la mascota, y su tratamiento depende de que la enfermedad sea aguda o crónica y del compromiso de otros órganos, incluso la enfermedad renal se puede dar por presencia de cálculos urinarios persistentes en las vías urinarias que impidan la evacuación correcta de orina, por lo que puede ser necesaria la cirugía y/o tratamiento complementario.

Debido a la gravedad de la enfermedad renal por su compromiso sistémico, ya que puede ir generando una intoxicación progresiva al alterarse la capacidad de filtrar y eliminar los desechos naturales del cuerpo a través de la orina, es que en muchas ocasiones los veterinarios recomiendan dietas prescritas para el manejo de esta enfermedad de por vida, con el fin de dar la calidad de vida y el equilibrio nutricional necesario en el curso de esta enfermedad.

Estas patologías son algunas de las más frecuentes, sin embargo también es común ver en las veterinarias perros con Ehrliquiosis, una enfermedad causada por hemoparásitos transmitidos por garrapatas; gatos con enfermedades virales como Leucemia (ViLeF), Inmunodefiencia (ViF) o Peritonitis Infecciosa felina (PiF); de la misma manera se presentan casos de Traqueobronquitis Infecciosa Canina, conocida como tos de las perreras; enfermedad articular u ósea en perros (degenerativa o por traumatismo); obesidad en perros y gatos y traumatismos por caída de alturas en gatos.

La mejor manera de demostrar el amor que se siente por las mascotas siempre será acompañándolos en todo momento, y velando por mejorar su calidad de vida. Muchas mascotas con estas enfermedades pueden aumentar su esperanza de vida con los cuidados de sus dueños. El acompañamiento del médico veterinario es fundamental para el manejo de cualquier problema en la salud o el comportamiento de nuestros perros o gatos.

Debe estar alerta de cualquier signo de alerta en su mascota y llevarla a un control preventivo de su salud por lo menos una vez al año, si no tiene ninguna enfermedad. Por ningún motivo, el abandono es una opción frente a estos casos. Por eso antes de adoptar un peludo, como expertos en mascotas, siempre recomendaremos evaluar la decisión y asumir un verdadero compromiso. La salud y el bienestar de las mascotas están en nuestras manos.