El embarazo psicológico es una situación por la que pasan muchas mujeres, que puede ser confusa y fuerte a nivel emocional.

Las mujeres que atraviesan por un embarazo psicológico presentan todos los síntomas de la gestación, pero no existe un feto en desarrollo en su útero. Generalmente, el principal síntoma es la ausencia de menstruación, en muchos casos ligado a algunos falsos resultados positivos en pruebas de embarazo, que pueden darse por diferentes motivos.

El embarazo psicológico (o pseudociesis, como se llama médicamente), afecta especialmente a mujeres que quieren con fervor quedar embarazadas o quienes tienen un gran temor de quedar embarazadas, como sucede durante la adolescencia.

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Principales síntomas de un embarazo psicológico

Los síntomas de embarazo psicológico son básicamente los mismos de un embarazo normal, a pesar de que no hay ningún bebé en el útero femenino, siendo los principales:

  • Ausencia de menstruación
  • Náuseas
  • Antojos
  • Alteraciones hormonales
  • Crecimiento del vientre y de los senos
  • Aumento de peso y apetito
  • Sensación de movimiento fetal
  • Producción de leche materna

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Aunque no se conoce el motivo exacto por el que se dan estos síntomas si no hay un embarazo desarrollándose, pero se cree que las mujeres, al estar tan seguras de estar embarazas, de manera inconsciente generen estímulos psicológicos tan fuertes que produzcan un aumento en la producción de algunas hormonas típicas del embarazo.

Causas de un embarazo psicológico

Aún no se conocen las causas específicas para que se dé un embarazo psicológico, sin embargo; generalmente se relaciona con alguno de estos factores:

  • Deseo intenso de quedar embarazada y dificultad para quedar embarazada
  • Gran temor de quedar embarazada
  • Trastornos depresivos relacionados con infertilidad y esterilidad
  • Problemas con la pareja, relacionados con este tema

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¿Cuál es el tratamiento para un embarazo psicológico?

Generalmente los embarazos psicológicos son diagnosticados rápidamente ya que con una prueba de embarazo o un ultrasonido se podrá evidenciar que no hay un feto desarrollándose. Sin embargo, después de esta noticia sí es necesario llevar un tratamiento.

Las principales estrategias para lidiar con el embarazo psicológico son:

1. Terapia psicológica

En algunos casos el resultado negativo de la prueba de embarazo no es suficiente para convencer a la mujer que no se encuentra embarazada, por lo que es necesario iniciar sesiones de terapia con un psicólogo.

La idea de estas terapias es poder descubrir la razón detrás del embarazo psicológico, para ayudar a la mujer a lidiar mejor con la situación y superar el problema.

También se dan casos en que la mujer puede disgustarse profundamente, entristecerse y desilusionarse por no estar embarazada, lo cual puede conducir a tristeza profunda y depresión.

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2. Controlar la ansiedad

La ansiedad es una de las razones más comunes que conduce a los embarazos psicológicos y en la mayoría de ellos es causado por el deseo intenso de quedar embarazada o por la presión de la familia o la sociedad.

Lo importante es trabajar para mantener la ansiedad bajo control. Puedes usar remedios naturales como tés, valeriana, romero o manzanilla, ya que son plantas medicinales con propiedades calmantes y relajantes.

En los casos más serios puede incluso ser necesario iniciar un tratamiento médico con un psiquiatra, que prescribirá los medicamentos óptimos para controlar la ansiedad.

3. Tratamiento de la infertilidad y menopausia precoz

Algunas mujeres que padecen de infertilidad o que han llegado a la menopausia de forma precoz, pueden pasar por un embarazo psicológico. En estos casos la mejor solución es consultar a un ginecólogo para que le recomiende el mejor tratamiento, dependiendo del caso.

En la mayoría de los casos de infertilidad o de menopausia precoz, el tratamiento incluye la reposición de hormonas con terapia hormonal.

4. Solucionar los problemas de pareja

La presencia de problemas conyugales o tener relaciones anteriores que terminaron en abandono puede crear miedos e inseguridad, siendo uno de los posibles motivos de un embarazo psicológico.

En esos casos es importante resolver los problemas conyugales. Además, el embarazo nunca debe ser visto como una “herramienta” para conservar una relación. En casos graves puede ser necesario realizar exámenes para saber si existen problemas hormonales que se pueden tratar bajo la orientación de un ginecólogo.