Estudios científicos demostraron que el sistema de tabaco calentado electrónicamente disminuye la exposición del consumidor a químicos dañinos para el cuerpo y es una mejor opción para quienes, de otro modo, seguirían fumando.

Por tanto, la FDA llegó a la conclusión que, como el sistema de IQOS calienta pero no quema el tabaco, hay una reducción significativa en la producción de químicos nocivos y potencialmente nocivos, según informó Philip Morris International (PMI) en un comunicado enviado a medios.

De acuerdo con el reporte, la comercialización de este producto bajo esa clasificación es prueba de que los gobiernos y las entidades de salud pública están en condiciones de “regular alternativas libres de humo para diferenciarlas de los cigarrillos” y, así, promover el bienestar de los ciudadanos.

Además, la decisión a la que llegó la FDA de modificar la exposición del dispositivo va en concordancia con la autorización de las ventas de IQOS en Estados Unidos en abril de 2019 y fue tomada luego de haber revisado todas las evidencias científicas que PMI le proporcionó a la agencia en diciembre de 2016.

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Por su parte, André Calantzopoulos, director ejecutivo de la empresa tabacalera, afirmó en el comunicado que, en efecto, cambiarse a IQOS es menos nocivo para la salud que seguir fumando cigarrillos.

“La decisión de la FDA es un hito histórico en salud pública. Muchas de las decenas de millones de hombres y mujeres estadounidenses que fuman hoy dejarán de fumar, pero muchos no lo harán. La decisión de hoy hace posible informar a estos adultos que, cambiarse completamente a IQOS es una mejor opción que seguir fumando”, señaló Calantzopoulos.