Latinoamérica cuenta con un mercado cosméticos de cerca de $80.000 millones de dólares, según datos del Consejo de Asociaciones de la Industria Cosmética Latinoamericana (CASIC). Además, representa actualmente un 4,4 % de este mercado y ha tomado la delantera, es una luz en el camino para los cerca de 115 mil animales que son usados vivos para testeos alrededor del mundo.

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“Tenemos ley”, publicó el representante Juan Carlos Losada como proponente el pasado agosto de 2020, refiriéndose a la ley 2047 que ya fue sancionada por la Presidencia de la República. Las empresas que aún continúan usando esta práctica tendrán que eliminarla gradualmente si desean comercializar sus productos en el país a partir del año 2024 y será responsabilidad del INVIMA y de la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) autorizar, o sancionar a las empresas que incumplan.

Hoy no existen realmente justificaciones de ningún tipo para continuar con esta práctica. Pero, desde hace muchos años existen alternativas que pueden ser utilizadas por las empresas y que no requieren de altas inversiones, en caso de que argumentaran un mejor escenario económico con el testeo.

Alternativas para no testear productos en animales

  • Pruebas de modelos por computador ‘in silico’, que pueden comparar modelos estructurales de las moléculas y predecir su comportamiento a determinados modelos de sustancias.
  • Reproducción en 3D de piel y córnea equivalentes a través de estructuras moleculares en softwares.
  • Para modelos más complejos la Bioimpresión de tejidos sintéticos.
  • Evaluación genética a gran escala, como el genoma de las estructuras moleculares de los organismos y de las sustancias a utilizar.
  • Biochips a partir de tejidos, o células humanas.

De esta forma las organizaciones pueden explorar las alternativas que más se ajusten a sus necesidades y avanzar en la eliminación de los testeos de manera definitiva para el año 2024.

De manera paralela es importante también estar atentos al avance en este 2021 con los debates en el Congreso para la creación del Código Nacional de Protección y Bienestar Animal, que en algunos puntos reforzará la eliminación de testeos en animales ampliando su impacto, pues busca que todas las prácticas e interacciones humanas con animales queden reguladas, apuntándole a que los métodos que hoy son comunes, como los controles de plagas, mutilaciones estéticas, e investigaciones con fines científicos, sean cada vez más respetuosas de todas las formas de vida.

En definitiva, una buena noticia y la que será una cruzada importante para generar conciencia, y de paso, abrir la puerta a muchas reflexiones que seguirán construyendo un mejor país.

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