Aunque los problemas relacionados con agresividad son mas frecuentes en perros que en gatos, la agresividad felina está dentro de las causas mas frecuentes de consulta de etología clínica veterinaria en el mundo, siendo mas alto el porcentaje de gatos que son agresivos con otros gatos, que aquellos casos reportados de agresividad hacia humanos.

La agresión de gatos hacia humanos puede tener una connotación importante a nivel de lesiones físicas que pueden ocasionar en las personas y en las enfermedades transmisibles de origen zoonótico, es decir, aquellas que se pueden transmitir al humano a través de los rasguños o de mordeduras.

Se debe tener en cuenta que los gatos tienen un sistema de comunicación tanto a través de vocalizaciones como lenguaje corporal que sus acudientes deberían conocer a la perfección. Así mismo las personas deberían saber que los gatos usan la pelea como último recurso en términos de estrategias de defensa.

Hay casos en los cuales los gatos pueden arremeter hacia su acudiente por manejo inadecuado, es decir, cuando no quiere que le corten las uñas, que lo peinen, le den medicamentos etc. A esto se le conoce como agresión relacionada al trato motivado por miedo. En otros casos un gato que es asustado por un desconocido puede arremeter contra su acudiente como una reacción redirigida motivada por la frustración de su respuesta al miedo.

En cualquier momento de la vida el gato puede tener una experiencia negativa con humanos que haga que los asocie con algo negativo y decida mejor agredir antes de que se le acerquen. En la consulta de etología clínica se pueden ver muchos casos en los cuales los gatos pueden volverse agresivos tras la aplicación de técnicas de castigo como echarles espray con agua para “corregirlos” o incluso usan el castigo físico llegando al maltrato.

Agresividad hacia personas por miedo

Esto es debido a una socialización inadecuada de los gatitos cuando están bebés hacia los humanos entre las primeras siete semanas de vida. Estas serían las causas más frecuentes de que los gatos puedan tener una conducta ofensiva o defensiva hacia humanos. El periodo de socialización en todas las especies de animales es muy importante para que estas aprendan a relacionarse de manera correcta con todos los estímulos del entorno en el cual vivirán el resto de sus vidas. Se sugiere que los gatitos menores de 14 semanas de edad, sean relacionados con experiencias positivas no solo con ruidos, olores, sabores, texturas diferentes entre otras, así como las interacciones positivas con personas de todo tipo, esto les ayudará a tener más confianza con los humanos. Por el contrario, los gatitos que no fueron relacionados con humanos o que tuvieron interacciones negativas con los mismos, pueden aprender que mostrándose agresivos.

Agresión hacia personas

Las causas más comunes de agresividad de gatos hacia personas incluyen miedo, frustración, ansiedad y mala dirección del instinto predatorio. En algunas ocasiones puede pasar que el blanco de agresión no sea un humano, pero este al intervenir podría salir lastimado y a eso se le llama agresividad redirigida.

Conducta depredadora mal dirigida o agresividad por juego

Generalmente se tiene la falsa creencia de que los gatos no cazan cuando han comido, incluso he llegado a escuchar mitos relacionados con que si cazan es porque están mal alimentados o tienen alguna deficiencia nutricional, lo cual es totalmente errado. La conducta depredadora del gato está separada de la saciedad. Es decir, que si aún el gato ya comió y esta saciado va a seguir cazando. Cuando a un gato no se le proporciona la oportunidad de cazar objetos en movimiento como juguetes tipo cañas y otros donde pueda completar la conducta depredadora, puede redirigir esa conducta hacia personas en movimiento, generalmente hacia sus tobillos o piernas. Los gritos agudos de niños o adultos pueden detonar también esta conducta.

Muchas veces los mismos acudientes potencian estas formas de agresividad a través del juego brusco o juego de cazar sus propias manos o dedos. Las formas más frecuentes de este tipo de juego son moviendo las manos debajo de las cobijas o haciendo movimientos de “hacer caminar los dedos” para que el gatito se motive a ir a cazar lo que vea en movimiento, de esta manera el gato aprenderá que es normal cazar a los miembros de la familia. El problema de esto es que en el momento del supuesto juego no retraen sus uñas ni inhiben mordiscos, por lo cual pueden hacer mucho daño a la persona en cuestión.

Agresividad hacia otros gatos

Actualmente los gatos se están convirtiendo en el animal de compañía por elección por su facilidad de tenencia. Las personas luego de incluir a un gato dentro de su familia podrían querer incluir otro gato u otros gatos más a su hogar. Sin embargo, hay que tener en cuenta que los gatos no son animales de grupo y esta parte de su naturaleza comportamental puede traer problemas de convivencia. Los gatos pueden adaptarse a vivir con otros gatos, pero esto requiere de paciencia y de hacer las cosas bien, no podemos comparar con el caso de los perros que son animales gregarios quienes generalmente aceptan bien a otro de su misma especie.

Si bien la castración y esterilización son importantes en temas de bienestar animal, no nos garantizan que los gatos no tengan peleas con otros de su misma especie, aunque si pueden disminuir sus motivaciones de defensa del territorio, estas pueden no desaparecer.

Dra. Carolina Alaguna Cruz

Médica Veterinaria Etóloga

MSc UAB, Dipl Medicinas Alternativas UR,

Acupuntura UN. Reiki, Terapia Floral, Aromaterapia, Tetha Healing