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¿Alguna vez se ha preguntado por qué en las cimas de las montañas hace más frío, incluso cuando estamos más cerca del sol? Esta aparente contradicción tiene una explicación científica que involucra varios factores.
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¿Por qué hace frío en la cima de una montaña?
La atmósfera terrestre actúa como un gran aislante. Los rayos solares calientan la superficie terrestre, que a su vez calienta las capas de aire más cercanas. Este aire caliente, al ser menos denso, tiende a ascender. Sin embargo, a medida que el aire asciende, se expande y se enfría.
Otro factor importante es la presión atmosférica. A mayor altura, la presión atmosférica es menor, lo que significa que las moléculas de aire están más separadas y tienen menos capacidad para retener el calor. Además, en las zonas altas, la atmósfera es más delgada, permitiendo que una mayor cantidad de radiación solar escape hacia el espacio sin ser absorbida por la Tierra.
¿Qué efecto invernadero tiene este fenómeno natural?
El efecto invernadero, aunque a menudo asociado con el calentamiento global, también juega un papel en este fenómeno. Los gases de efecto invernadero, como el dióxido de carbono y el vapor de agua, atrapan parte del calor emitido por la Tierra, contribuyendo a mantener una temperatura promedio adecuada para la vida. Sin embargo, en las zonas altas, la concentración de estos gases es menor, lo que reduce el efecto invernadero y favorece temperaturas más bajas.
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La combinación de la disminución de la presión atmosférica, la expansión y enfriamiento del aire ascendente y la menor concentración de gases de efecto invernadero en las alturas explican por qué las cimas de las montañas son mucho más frías que las zonas bajas, a pesar de estar más cerca del sol.
*Este artículo fue escrito y curado por periodistas del equipo de Robby Bienestar, con apoyo de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto.
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