De acuerdo con The Sun, DeClerk vio una marca extraña de color gris en el medio del ojo derecho del bebé. Al consultarlo con los médicos, le dijeron que se trataba de un cáncer ocular muy agresivo.

“Mi esposo Richard y yo simplemente lloramos. Estábamos devastados. No olvidaré ese momento porque nadie quería escuchar la palabra cáncer”, comentó la madre al portal.

Ante este panorama, los médicos recomendaron una forma especializada de quimioterapia en el hospital londinense Great Ormond Street, indicó el medio inglés.

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“Dijeron que la quimioterapia intraarterial era la mejor opción porque supuestamente tiene menos efectos secundarios”, comentó la mujer al mismo medio.

Según el informativo, el tumor se redujo a la mitad, pero hay probabilidades de que se presente una recaída en los primeros años de infancia.

Sin embargo, la madre cree que su hijo sobrevivirá a esta enfermedad. “El tumor estará allí por el resto de su vida, pero no podrá crecer una vez que llegue a los 5 años, porque el ojo estará completamente desarrollado y el tumor no podrá expandirse”, explicó DeClerk al medio británico.