En la grabación, se ve al delincuente esperando pagar una bebida energizarte y detrás de él está un oficial de la policía. 

Al llegar su turno, el hombre le da la tarjeta de crédito al trabajador de la caja, quien la pasa por el datáfono, pero esta no funciona.

El empleado, identificado solo como Stevens, se da cuenta de que la tarjeta es robada y le informa de la situación al oficial.

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El policía reacciona, esposa al delincuente y lo retira del establecimiento comercial, sin mayores complicaciones.

“Casi me muero de la risa. Hice un gran esfuerzo para no reírme cuando lo estaba arrestando. Fue bastante cómico”, comentó Stevens al medio Global News.

De acuerdo con el mismo medio, el sospechoso fue puesto en libertad y tendrá que compadecer en la corte la otra semana.