Justo en ese momento, la pistola se le resbaló y cayó al otro lado del mostrador. Aunque la empleada de la tienda se asustó en un primer momento, recogió el arma antes de que el ladrón la alcanzara.
El delincuente salió corriendo y saltó para patear la puerta. En ese instante, se le escurrió el pantalón, por lo que tuvo que agacharse para subírselos.
Chris Burgess, propietario de la tienda, aseguró a The Denver Post que si bien no quería “restarle importancia a la gravedad de un robo a mano armada”, para él este ladrón “pertenece a los ‘criminales más tontos del mundo'”.
Añadió que el hombre necesitaba encontrar una nueva ‘carrera’ porque evidentemente era muy malo para robar.
Burgess también indicó a Fox Denver que las autoridades ya tienen las huellas del delincuente y que, con ayuda del video registrado por la cámara de seguridad, están tratando de identificarlo.
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