Pasquale tenía ahorros en dos cuentas corrientes, además de dos apartamentos, uno en Milán y otro en Avellino, que están siendo arrendados. Todo esto, según La Reppublica, suma cerca de un millón de euros (alrededor de 3.300 millones de pesos).

De acuerdo con el medio, el hombre decidió dejarle sus pertenencias al perro porque no tenía herederos directos y solo tenía algunos parientes lejanos en Avellino, su ciudad natal.

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El diario indicó que la decisión de Pasquale también se dio como agradecimiento hacia Tor, que en una mañana de 2014 le salvó la vida: el hombre sufrió un ataque cardíaco y el animal ladró tan fuerte que logró alertar a los vecinos. Ellos llamaron a una ambulancia y los paramédicos lo atendieron a tiempo.

La Reppublica explicó que la ley italiana no permite que se deje como heredero a un animal, por lo que la corte designó a una persona que se encargará de invertir el dinero en las necesidades del perro. Cuando él muera, toda la herencia pasará a fundaciones de animales.