Andrés Ardila Larrota es un ingeniero santandereano de 35 años al que una cámara le ayudó a ganar un cuantioso premio del que se siente muy orgulloso. La historia fue descrita por El Tiempo y empezó en su natal Barrancabermeja, de donde decidió salir hacia Europa para encontrar nuevas oportunidades.

Su destino fue el frío invierno de Kiruna, una pequeña ciudad de Suecia, donde se encontró con una situación que le cambió totalmente el rumbo de su vida. A Andrés poco le gustaban las cámaras, pero gracias a un amigo fotografo que lo visitó en su nueva residencia y le explicó todo lo relacionado con ese mundo fue que decidió cambiar de opinión y se metió de lleno en el mundo de las imágenes. 

“Lo hacía con mi celular. Hace unos años vino un amigo de Colombia y tomó fotos de la aurora boreal y ahí decidí comprarme una cámara y comenzar a captar los paisajes de la ciudad”, contó Andrés.

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Precisamente, en una fria tarde de octubre de 2020, el colombiano decidió dar un paseo con su cámara por las montañas que bordean la ciudad de Kiruna. El plan inicial era contemplar la hermosa vista que se veía desde las alturas; pero una maniobra ingeniosa con varios disparos en el dispositivo le hizo capturar una foto que se metió entre las mejores que ha tomado.

“Moví la cámara e hice unos disparos y al otro lado estaba la ciudad y compuse la foto con la iglesia y las casas que están ubicadas en el centro de la ciudad pero fue algo que no fue planeado”, reveló.

Justamente, esa imagen desató la emoción de los habitantes de Kiruna, quienes sintieron nostalgia por la fotografía, pues la ciudad será trasladada 3 kilómetros de donde actualmente se encuentra por unos problemas en el suelo ya que se está hundiendo poco a poco.

 

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Ese pedazo que yo tomé va a desaparecer, por ejemplo, la iglesia será trasladada al nuevo centro. La foto muestra lo que es Kiruna, una ciudad invernal y las casas coloridas, la gente se siente nostálgica por lo que va a sufrir Kiruna”, describe Ardila.

Su imagen fue compartida por diferentes grupos en redes sociales, hasta que llegó a uno de Kiruna, eso le sirvió para que las personas se preguntaran quién era el autor de la foto. Además, una plataforma de América se interesó en vender esta foto y se ha movido tan bien que en casi tres meses ha recibido más de 45 millones de pesos en comisiones por  fotografía.

 

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