Por: Katyellen Cañizares

Se escuchan las notas de un acordeón. Es una puya (uno de los cuatro aires del vallenato), la cual acompañada de su característico ritmo acelerado y versos satíricos y cortos evocan sentimiento y efusividad en quienes la escuchan. Entra el sonido de la caja y la guacharaca y, al compás del acordeón, con la dulce voz de Wendy Corzo resuenan en la plaza Alfonso López:

“La mujer tiene renombre. De ser débil de verdad…. Pero a la hora de tocar, me paro mejor que un hombre”, reza la letra.

En Valledupar, capital del departamento del Cesar, se respira vallenato. Rodeada por la Sierra Nevada de Santa Marta (al occidente), la Serranía del Perijá (al oriente) y bañada por el río Guatapurí, se siente el poder de una cultura arraigada por sus 483.250 habitantes que defienden a capa y espada su tradición.

El vallenato tradicional se caracteriza por la riqueza de sus letras, por narrar, de manera poética, historias de la cotidianidad. Su sentimiento y expresividad son pilares que convierten a este género en un referente de la idiosincrasia del pueblo vallenato y sus alrededores.

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En el año 2015, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) declaró al vallenato como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad e indicó la necesidad de proteger la esencia de este género musical.

Y fue precisamente al año siguiente, en el 2016, cuando se dio inicio al Primer Encuentro Vallenato Femenino (Evafe), propuesta que, como indicó el Alcalde de Valledupar y presidente honorario del Evafe 2018, Augusto Ramírez Uhía, “defiende los matices y las raíces del folclor de la música vallenata”.

De tez morena, estatura baja, cabello negro, ojos color café, con sangre kankuama y corazón vallenato, Wendy Paola Corzo Carmona, de 21 años, impresiona a la multitud con su calidad interpretativa. Mientras toca su acordeón, su rostro demuestra la pasión con la cual interpreta cada nota de su amado instrumento. Frunce el ceño, cierra los ojos y con una sonrisa, que se le escapa, mueve sutilmente sus hombros al son de la música.

Las mujeres siempre han estado presentes en el mundo del vallenato, un ejemplo de ello son Rita Fernández Padilla, reconocida juglaresa, y Fabri Meriño, mujer pionera en participar en El Festival de la Leyenda Vallenata en 1968 (primera edición).

Pero dicha participación no fue trascendental en el género. “El folclor no ha sido equitativo con ellas”, afirmó el reconocido cantante Miguel Morales y precursor de la dinastía Morales.

Hace dos años, Hernando Riaño Baute y Sandra Arregocés decidieron crear el Evafe, una propuesta que, como señala Hernando, busca “visibilizar el trabajo y el talento de las mujeres en el vallenato”. Este encuentro guarda la esencia del género y promueve la protección del mismo.

Evafe nació también para suplir la falta de apoyo a la mujer en el vallenato. “Aunque la gente supiera que había talento en ellas, no se atrevían a abrirles tarimas ni darle oportunidades en emisoras”, asegura Sandra, quien se vio afectada por esto cuando intentó dedicarse a la música.

Sandra y Hernando comentaron el proyecto a sus amigos, pero muchos no lo consideraron viable. Uno de ellos fue Tomás Darío Gutiérrez, jefe de la Oficina de Cultura de Valledupar, quien expresó: “Pensé que no habría el suficiente material humano para ello”, pero al ver la respuesta que obtuvo el primer encuentro —donde se inscribieron 80 compositoras, 95 cantantes, 12 agrupaciones y 23 acordeoneras— apoyó la iniciativa.

La Gobernación del Cesar, la Alcaldía de Valledupar y la Fundación Festival de la Leyenda Vallenata han respaldado el Evafe desde su primera edición. En el 2018, para su tercera entrega, recibieron el apoyo del Ministerio de Cultura bajo el Programa Nacional de Concertación Cultural.

Acabó la presentación. Wendy, junto con su cajera y guacharaquera, baja del escenario, mientras los asistentes aplauden con gran entusiasmo. Ella está feliz, porque, a pesar de haber tenido muchos nervios y ansiedad, sintió y disfrutó lo que hizo. Termina de bajar las escaleras y se le acerca Julián Rojas, Rey Vallenato (1991), para felicitarla por su reciente presentación y desearle éxitos en su carrera.

Ahora solo falta esperar la decisión del jurado. ¿Wendy sería coronada Reina Evafe 2017 en la categoría a Mejor Acordeonera?

Las mujeres interpretan, durante sus presentaciones, los cuatro aires del vallenato: puya, son, merengue y paseo. Esto contribuye a la protección del género musical, pues tal como afirma la juglaresa Rita Fernández Padilla: “Las mujeres somos las que estamos sosteniendo la esencia del vallenato”.

Diana Burco, ganadora en el Evafe 2016 a mejor compositora —con la canción Viejo amor del Valle—, fue nominada al Grammy Latino 2018 en la categoría a ‘Mejor álbum cumbia-vallenato’. Su producción totalmente independiente (llamada Diana Burco) demostró que las mujeres están “abriendo nuevos caminos y haciendo música distinta”, afirmó la primera mujer en el vallenato nominada a estos premios.

“Nosotras estamos nutriendo y conservando esta música, la cual debe ser valorada como herencia de todos”, expresó la acordeonera y compositora.

El cantante 13 veces ganador del Grammy Latino y personaje homenajeado en el Festival de la Leyenda Vallenata 2018, Carlos Vives, pide: “Somos nosotros (los hombres) quienes debemos entender la importancia de ellas en el género”. Así también, se ha visto un gran apoyo hacia el EVAFE. Miguel Morales ve este encuentro como “una propuesta diferente, divertida, que muestra el talento, la capacidad y la calidad interpretativa de la mujer”.

Wendy está tras bambalinas y la acompaña su padre, Wilman Corzo. Camina de un lado a otro, sus manos sudan, siente nervios, pero confía en la calidad interpretativa de su presentación. Un periodista se le acerca y le pide una entrevista. Mientras ella responde las preguntas, escucha su nombre. ¡Es la nueva Reina Evafe! Su rostro expresa sorpresa, y su cuerpo, a través de saltos, emoción.

Wendy ha logrado su objetivo. Corre a donde está su padre y lo abraza con efusividad. Sus contrincantes, con abrazos y aplausos, la felicitan celebrando su triunfo. Sube a Tarima y con gran emoción realiza su primera presentación como Reina. Al recordar esta experiencia, Wendy, con una enorme sonrisa, expresa: “Fue una noche mágica”.

Autor: Katyellen Cañizares, estudiante de Comunicación Social y Periodismo de la Universidad de la Sabana. 

*Estas notas hacen parte de un acuerdo entre Pulzo y la Universidad de la Sabana para publicar los mejores contenidos de la facultad de Comunicación Social y Periodismo. La responsabilidad de los contenidos aquí publicados es exclusivamente de la Universidad de la Sabana.