
Se encuentran en los enchufe tipo A y B —los que se utilizan en países americanos como Estados Unidos, Colombia, Ecuador y Honduras— y están ahí para permitir un correcta conexión en los tomacorrientes, que también tienen dos orificios útiles.
La historia de los huecos en las clavijas se remonta a 1904 cuando fue patentado el primer enchufe desmontable, indicó El Nacional, que tenía una concavidad para encajar con los agujeros del conector. Posteriormente, se hicieron los agujeros.
(Vea también: Para qué sirven los botones rojo, verde, amarillo y azul que tiene el control remoto)
Por qué los enchufes tienen dos agujeros en las ‘patas’
Estos huecos permiten que los tomacorrientes sujeten firmemente las clavijas, asegurando una conexión más segura y estable.
Esta firmeza es especialmente importante para evitar que el enchufe se deslice parcialmente, lo que podría provocar chispas o cortocircuitos.




Además, los agujeros de los enchufes actúan como un mecanismo de bloqueo. Muchos tomacorrientes modernos están diseñados con pequeñas salientes en el interior que encajan en estos huecos, evitando que el enchufe se salga accidentalmente.
Esto es particularmente útil en entornos donde los enchufes podrían ser tirados con facilidad, como en hogares con niños pequeños o en oficinas con múltiples dispositivos conectados.
* Pulzo.com se escribe con Z
LO ÚLTIMO