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Unicode revela ocho nuevos emoji que llegarán a teléfonos y chats mediante la próxima actualización global.
Por Félix Riaño @LocutorCo
Celebramos el Día Mundial del Emoji con un adelanto: trombón, cofre del tesoro, cara distorsionada, criatura peluda, nube de pelea, corazón de manzana, orca y bailarinas llegan pronto a tu teclado.
Las caritas amarillas han tenido un viaje alucinante, desde los pagers noventeros hasta los teléfonos plegables de hoy. El diecisiete de julio, Día Mundial del Emoji, el Consorcio Unicode presentó las ocho figuras que van a refrescar nuestros mensajes en 2026: un trombón que toca sin sonido, un cofre del tesoro digno de “One Piece”, una cara distorsionada ideal para mostrar bochorno, una criatura peluda que evoca a Bigfoot, una nube de pelea sacada de las viñetas, el corazón mordido de una manzana, una orca saltarina y un par de bailarinas en puntas. ¿Sabías que cualquier fan puede proponer nuevos símbolos? Te voy a contar cómo se decide quién se cuela en el teclado y quién queda en borrador, ¿te quedas para descubrirlo?
Nuevo emoji, nueva historia, todavía falta el paso final clave




Imagina abrir tu chat favorito en marzo de dos mil veintiséis y encontrar el pequeño trombón listo para musicalizar tu chiste malo. Detrás de ese icono hay un proceso de once pasos que empieza mucho antes de que pulses enviar. Primero surge la idea: puede nacer en una conversación, en un tuit o en una lista de deseos de fanáticos. Luego alguien redacta una propuesta oficial, documenta la relevancia cultural, muestra bocetos y hasta explica escalas de piel si corresponde. Los voluntarios del subcomité Emoji del Consorcio Unicode revisan criterios de compatibilidad, uso esperado y singularidad. Si todo encaja, el símbolo se somete a votación en la reunión trimestral. Después vienen meses de pruebas técnicas para garantizar que el código funcione igual en Android, iOS, Windows y más. Al final, el estándar se publica y los artistas de cada empresa redibujan el pictograma con su propio estilo.
En teoría, el sistema luce transparente, pero la práctica presenta obstáculos curiosos. Para empezar, las propuestas deben demostrar un nivel de uso potencial comparable al de símbolos existentes, lo que deja fuera referencias muy locales. El comité también vigila que la lista no crezca sin control porque cada carácter adicional ocupa memoria en dispositivos antiguos. A eso se suma la accesibilidad: cada emoji necesita nombre, etiqueta de voz y descripción compatible con lectores de pantalla, garantizando inclusión real. Además, hay batallas de propiedad intelectual; llamar «Bigfoot» a la criatura peluda implicaría marcas registradas, por eso se escoge un título neutral. Las discusiones se encienden cuando la imagen roza estereotipos culturales o temas políticos. ¿Cuántas banderas regionales son suficientes? A veces, las compañías agregan stickers generados por IA para saltarse la espera, pero eso fragmenta la experiencia porque tu chiste puede aparecer como cuadro vacío en el móvil de tu abuela.
El camino hacia el teclado no termina con la aprobación de Unicode. Una vez publicado el estándar 17 el nueve de septiembre de dos mil veinticinco, cada empresa ajusta sus calendarios. Apple suele tardar entre seis y ocho meses; los rumores señalan que el paquete aparecerá en iOS 26.4, alrededor de la primavera boreal de dos mil veintiséis. Google integrará los gráficos en una actualización progresiva de Android, y las redes sociales como WhatsApp o X adoptarán sus propios diseños casi al mismo tiempo. Durante ese lapso, Emojipedia actualizará sus páginas y las favoritas empezarán a viralizarse. Ya hay apuestas: la cara distorsionada pinta para convertirse en el nuevo meme de frustración, mientras los músicos confían en que el trombón…
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