La Nasa y la compañía privada SpaceX, liderada por Elon Musk, planean enviar su quinta misión tripulada a la Estación Espacial Internacional (EEI) el próximo 29 de septiembre, según informó este jueves la agencia espacial estadounidense.

La misión, que se encargará de la quinta rotación de tripulantes en el laboratorio orbital, inicialmente iba a despegar a comienzos de septiembre, pero la Nasa y SpaceX han fijado esta nueva fecha tentativa para que los ingenieros y técnicos aseguren una parte del cohete Falcon 9 que recientemente resultó dañada.

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Desde una plataforma del Centro Espacial Kennedy, en Florida (Estados Unidos), la cápsula Dragon Endurance despegará montada en un cohete reutilizable Falcon 9, si no surgen mayores contratiempos.

Al interior de la Dragon Endurance, que con esta misión hará su segundo viaje a la EEI, viajarán los astronautas de la Nasa Nicole Mann y Josh Cassada, así como Koichi Wakata, de la japonesa JAXA, y la cosmonauta Anna Kikina, de la rusa Roscosmos.

Tal como explicó hoy la Nasa, el lanzamiento de la misión se hará después de que la nave rusa Soyuz se separe de la EEI e inicie su vuelta a la Tierra, lo cual está previsto que ocurra entre los días 16 y 30 de septiembre.

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“Un lanzamiento a fines de septiembre permitirá a SpaceX completar el procesamiento de hardware”, explicó la Nasa en un comunicado, en el que agregó que los equipos de la misión continuarán revisando la fecha de lanzamiento en función del cronograma de llegada de naves a la estación espacial.

Según se informó, los responsables de la misión se encuentran haciendo mejoras a la cápsula, entre las que figuran nuevos paracaídas, un nuevo escudo térmico y paneles renovados. Esta misión despegará en un nuevo cohete Falcon 9.

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Actualmente, los técnicos de SpaceX están “retirando y reemplazando la tapa del cohete y parte de la instrumentación a bordo después de que el hardware se dañara”, tal como explicó la Nasa, que agregó que la integridad del resto del Falcon 9 está asegurada.

El daño ocurrió durante el transporte del cohete desde la fábrica de producción de SpaceX en Hawthorne (California), hasta las instalaciones de prueba que la compañía tiene en McGregor (Texas).

El Falcon 9 deberá ser sometido a más análisis antes de obtener su certificación de vuelo, según la Nasa.