La Nasa fue la encargada de desarrollar el Pulse, un dispositivo que se cuelga al cuello del usuario cuyo objetivo está enfocado en servir como complemento para el autocuidado para minimizar el riesgo de contagio con coronavirus, adicional al buen y frecuente lavado de manos, el uso del tapabocas y el distanciamiento prudente de otras personas mientras se encuentra en la calle, señala CNN.

Otra característica interesante del dispositivo es que es el producto de la impresión 3D, como anota El País de España, que señala que el hábito de tocarse la cara pasa inadvertido y se repite cientos de veces a lo largo del día, por lo cual el aparato se vuelve indispensable para reducir este riesgo de contagio.

Entrada de emergencias en una clínica de Estados Unidos, durante la pandemia de COVID-19

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Al no haber contacto de las manos con la cara, dice el medio, se reduce el riesgo de infección con coronavirus o cualquier otra bacteria o virus, pues la nariz, los ojos y la boca son los puntos más vulnerables para infectarse.