El reto de la matemática Dora Rosati y su equipo, de la Universidad McMaster de Ontario, Canadá, era aprender nuevos datos de la curva de popularidad de una canción mediante herramientas para medir el comportamiento de difusión de las enfermedades infecciosas, señala el diario británico The Guardian.

El equipo de científicos tomó como punto de partida una base de datos con 1.400 millones de canciones descargadas de servicios de música por ‘streaming’ (directamente de Internet), especialmente el extinto MixRadio, originalmente creado por la tecnológica finlandesa Nokia, en 2007.

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Luego de tener las canciones, los matemáticos se enfocaron en tan solo las 1.000 tonadas más descargadas en el reino Unido entre 2007 y 2014, informa el diario inglés.

Luego de aplicar el mismo modelo predictivo de las enfermedades infecciosas, los investigadores notaron que la curva de descargas se comportaba de manera similar, es decir, que pudieron observar cómo se iba difundiendo la descarga de cierta tonada y descubrieron que la ‘fiebre’ por esa canción era transmitida por personas cercanas.

“Con una enfermedad, si una persona entra en contacto con alguien infectado, existe una alta posibilidad de que se contagie; con las canciones, ocurre algo muy similar, con la diferencia que en este caso no necesariamente debe haber un contacto físico, solo basta que un amigo recomiende una canción en redes sociales para que otros decidan escucharla”, comenta la doctora Rosati.

Los científicos también midieron la velocidad de propagación con distintos géneros musicales, que les arrojó que la música metal y dance son las que menos se esparcen, mientras que la electrónica es la que más rápidamente se difunde entre audioescuchas, seguida por el rock, el pop y el hip-hop.

De hecho, la ‘fiebre’ de una canción se difunde con mayor velocidad que una enfermedad, pues basta con publicarla en Twitter u otra red social para que se haga viral, concluyen los investigadores citados por The Guardian.

En las pruebas, compararon la velocidad de transmisión del sarampión con la de una canción de música electrónica y encontraron que la segunda es 190 veces más viral que la enfermedad.

Los científicos también hablaron acerca de que hay personas que tienen su propia vacuna contra algunos géneros, pues simplemente no les gusta y no se dejan “contagiar”.