Su compañía aeroespacial Blue Origin hará un salto de 11 minutos desde el oeste de Texas hasta más allá de la línea Karman y de regreso, apenas pocos días después de que el fundador de Virgin Galactic, Richard Branson, hiciera un viaje similar.

Ambos magnates insisten en que no se trata de una competencia. “Esto no es una competencia, se trata de construir un camino hacia el espacio para que las generaciones futuras puedan hacer cosas increíbles allí“, aseguró Bezos.

Blue Origin también mira más alto: tanto respecto a la altitud a la que ascenderá su nave reutilizable New Shepard en comparación con el avión espacial de Virgin, como en lo que tiene relación con sus ambiciones. Su objetivo fundacional es construir colonias espaciales flotantes con gravedad artificial donde millones de personas puedan trabajar y vivir.

Así será el viaje de Jeff Bezos al espacio exterior

El despegue está previsto para las 8:00 de la mañana desde una instalación remota en el desierto del oeste de Texas llamada Launch Site One, a unos 40 kilómetros al norte de la ciudad más cercana, Van Horn.

Las condiciones climáticas actualmente parecen favorables y el evento se transmitirá en vivo a través de BlueOrigin.com, comenzando 90 minutos antes del lanzamiento.

Junto a Bezos estarán la aviadora Wally Funk, quien a sus 82 años será la astronauta más vieja de la historia, y el holandés Oliver Daemen, de 18, quien se convertirá en el más joven. Completando el cuarteto aparece el hermano menor y mejor amigo de Jeff Bezos, Mark, quien dirige la Bezos Family Foundation y trabaja como bombero voluntario.

Cabe destacar que estará ausente el ganador todavía anónimo de una subasta de 28 millones de dólares por un asiento, que tuvo “problemas de agenda” y participará en un vuelo futuro. El padre de Daemen, director ejecutivo de una firma de capital privado, fue segundo en la licitación, lo que permitió que su hijo adolescente se convirtiera en el primer cliente pago de la compañía.

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Después del despegue, New Shepard se precipitará hacia el espacio a velocidades superiores a 3.700 kph utilizando un motor de oxígeno e hidrógeno líquidos cuyo único subproducto es el vapor de agua. La cápsula se separará de su propulsor y, cuando suba lo suficiente, los astronautas se desabrocharán y experimentarán la ingravidez durante tres o cuatro minutos.

La nave espacial alcanzará su punto máximo a 106 km de altitud, lo que permitirá a los miembros de la tripulación admirar la curvatura del planeta y el negro como la tinta del resto del universo.

El propulsor regresará de forma autónoma a una plataforma de aterrizaje justo al norte de su lugar de lanzamiento, mientras que la cápsula volverá a la Tierra en caída libre con tres paracaídas gigantes y, finalmente, un propulsor, para un aterrizaje suave en el desierto.