Este lunes, 26 de septiembre, la Nasa protagonizó un hecho sin precedentes: el choque planeado de una de sus misiones contra un asteroide no peligroso. El objetivo era convertirse en la primera prueba de defensa planetaria del mundo.

Esta misión, explicó la Nasa, “ayudará a determinar si estrellar deliberadamente una nave espacial contra un asteroide es una forma efectiva de desviar dicho asteroide”. La misión viajó millones de kilómetros de forma autónoma antes de impactar deliberadamente contra Dimorphos.

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Este choque fue seguido y capturado por los dos grandes telescopios espaciales de la Nasa: el James Webb y el Hubble. Que ambos telescopios apuntaran hacia la misma misión fue un hecho sin precedentes; sin embargo, no fue una coincidencia. El objetivo es poder dar pistas a algunas de las preguntas científicas.

Los investigadores de la NASA explicaron que las imágenes captadas por ambos telescopios ayudarán a conocer cómo es la superficie de Dimorphos, el asteroide con el que chocó la misión; cuál es la cantidad del material expulsado durante la colisión y la rapidez con la que esté fue expulsado.

“Al analizar el impacto a través de una amplia gama de longitudes de onda entre el James Webb y el Hubble se revelará la distribución del tamaño de las partículas en la nube de polvo en expansión, ayudando a determinar si arrojó muchos fragmentos grandes o, sobre todo, polvo fino”, añadió la agencia.

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La información que salga de estas imágenes ayudará a conocer si un impacto de este tipo, como el que consiguió la misión Dart, puede modificar o no la órbita de un asteroide. En el caso del telescopio James Web su meta se centró en fotografía el lugar en el que iba a ocurrir el impacto antes de que se produjera. Luego, hacer un registro durante las horas siguientes.

Estas imágenes fueron capturadas por la cámara de infrarrojo cercano (NIRCam). Además, el James Webb realizará observaciones posteriores a la colisión. Para ello empleará el instrumento de infrarrojo medio (MIRI) y el espectrógrafo de infrarrojo cercano (NIRSpec). Estos datos permitirán a los científicos conocer la composición química del objeto. En total, el telescopio James Webb capturó 10 imágenes durante cinco horas.

En cuanto al Hubble, se encargó de observar esta pequeña zona antes del impacto y luego 15 minutos después de que la misión DART se estrellara. Estas imágenes fueron capturadas por Wide Field Camera 3, que se encarga de mostrar el impacto en luz visible.

“El material que fue expulsado durante el impacto aparece como rayos que se extienden desde el cuerpo del asteroide. El pico de expulsión más pronunciado y en abanico a la izquierda del asteroide es donde impactó DART”, señalaron los investigadores de la Nasa sobre esta imagen.

Tras las primeras observaciones de este impacto, los científicos estimaron que el brillo de Didymos aumentó tres veces tras el choque. El Hubble se encargará de observar a Dimorphos otras diez veces durante las próximas tres semanas. Hubble capturó 45 imágenes.