La carretera de un kilómetro de longitud será utilizada por casi 2.000 automóviles al día en un período de prueba de dos años. En una primera fase se evaluará si el camino de 2.800 metros de paneles solares puede proporcionar suficiente energía para alimentar la iluminación de las calles, explica The guardian.

Antes de que la carretera solar fuera inaugurada sus paneles fueron probados para comprobar su funcionamiento. Además, fueron cubiertos con una resina que contiene finas láminas de silicio, lo que los hace lo suficientemente resistentes como para soportar todo el tráfico, incluidos los vehículos pesados.

Para su fabricación, la constructora Colas contó con la ayuda del grupo de telecomunicaciones Bouygues, más la financiación del estado por la suma de 5 millones de euros. La compañía mencionó que espera reducir los costos de producción de los próximos paneles solares, y que tiene cerca de otros 100 proyectos para caminos con esta tecnología, la mitad en Francia y la otra mitad en el extranjero, afirma Wwwhatsnew.

Los críticos se han pronunciado al respecto y la mayoría coincide en que no es un uso rentable del dinero público. Marc Jedliczka, vicepresidente de Red para la Transición Energética (CLER), dijo “es sin duda un avance técnico, pero para desarrollar las energías renovables hay otras prioridades que un gadget del que estamos más seguros de que es muy caro para lo que funciona”.