Si bien solo se trata de un juguete con tres puntas con un centro giratorio diseñado para rotar a gran velocidad sobre su propio eje, los distintos diseños y colores (algunos incluso brillan en la oscuridad) permiten crear atractivos efectos visuales, indica la BBC.

Sin embargo, este dispositivo no es algo nuevo. El fidget spinner fue creado hace un par de décadas para ayudar a los niños con autismo o con trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) con la ansiedad. De hecho, en la caja de los productos viene referenciado como un producto “antiestrés infantil”, añade el medio británico.

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¿Dónde está el problema? Realmente radica en que muchos ‘youtubers’ empezaron a viralizar trucos a través de sus canales, y los niños y jóvenes intentan imitarlos a diario llevando los juguetes a sus salones de clases.

Los fidget spinners entonces se han convertido en un objeto de distracción común en las aulas, a tal punto que algunos colegios en Estados Unidos los han prohibido, excepto para aquellos menores que lleven una prescripción médica para su uso, explica BBC.

Los estudios además indican que, si bien estos juguetes pueden ayudar a los niños con los problemas de atención mencionados anteriormente, quienes no los padecen no mejoran en su desempeño.

Adicionalmente, la consultora estadounidense Global Toy Experts asegura que, aunque no tiene un efecto directo en la salud, el fidget spinners puede servir también para que los adultos liberen tensión, cumpliendo un papel similar al de una pelota de espuma.