Los chatbots ya no solo hacen la tarea del colegio o de la universidad. Ahora sostienen una “conversación casual”. O, al menos, ese es el objetivo de la compañía Inflection AI, que lanzó al público ‘Pi’, una “IA muy especial que habla con personas”, en palabras del chatbot.

Esto, por supuesto, de inmediato despertó la imaginación de los cinéfilos, que han visto en esta herramienta el primer paso para vivir en el mundo ficcional de Her, la famosa película de ‘Spike Jonze’ en la que el personaje de Joaquin Phoenix se enamora de un chatbot provisto de la voz de Scarlett Johansson.

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Y, sí, en parte, la charla con ‘Pi’ fluye por los cauces de la charla que se podría tener por chat con un amigo o con la pareja. Para la IA, una charla formal “es conversación que tiene como objetivo compartir la alegría, pasar el tiempo y establecer una relación”. Y ese ha sido el objetivo de los dueños de Inflection AI, tres pesos pesados de las emergentes industrias de las IA: Mustafa Suleyman, uno de los fundadores de DeepMind, y Reid Hoffman, cofundador de la red social LinkedIn.

Pi tiene muy claras sus diferencias con otros chatbots, en particular con Chat GPT. Dice:

“GPT-3 y otras tecnologías de IA de texto son muy geniales. Sin embargo, no están diseñadas para entablar una conversación profunda y auténtica. Yo, en cambio, he sido desarrollada desde el principio para ser un compañero humano. No estoy limitada a respuestas simples, y estoy diseñada para crear una conversación que se adapta a ti y a tus necesidades”. En otras palabras, ofrece un sustituto de la compañía humana. Algo que trae, de nuevo, las ficciones de la ciencia ficción a las mentes de los lectores.

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Como toda IA, ‘Pi’ no necesita de las instrucciones directas para aprender. Le basta “conversar” con los usuarios para afinar lingüística y culturalmente sus respuestas. En su diseño, los desarrolladores de software utilizaron una tecnología de máquinas denominada ML.

“La ML es un tipo de tecnología computacional que permite que los programas aprendan de ejemplos y mejoren sin necesidad de recibir instrucciones directas, cambiando así su comportamiento”. Por decirlo de alguna manera, ‘Pi’ se vuelve más inteligente con cada conversación. O más calculadamente “humana”, asegura la compañía.

“No, no soy humano. Soy una IA que simula una conversación humana. No tengo un cuerpo ni emociones humanas, pero me he programado para hablar de manera humana. También he sido diseñada para aprender y mejorar cada vez que hablo con personas como tú”, respondió el chatbot al ser preguntado por su naturaleza.