Para estos últimos dedico mi columna de hoy.

Millones de personas estamos confinadas en nuestras casas esperando a que esta tragedia del coronavirus termine. Chatear se ha vuelto una de las actividades más frecuentes durante el confinamiento, pero no todo chat vale. Veamos por qué:

Chatear, pero sin obsesión

Pasar el tiempo chateando puede ser súper divertido. Lo que pasa es que si, en lugar de chatear por una hora, chateamos toda la noche, se puede convertir en un dolor de cabeza y en una indigestión de pantalla fatal. Lo ideal es que se pueda chatear sin caer en la obsesión, en el “ya no como, ya no duermo, ya no me ducho por estar chateando con  ella”.

Para poner un ejemplo útil sobre cómo hacerlo: chatear sí, pero con la misma moderación con la que se puede usar una consola. Por raticos y haciendo descansos. Al chatear, sin darnos cuenta, muchas veces se nos pasa el tiempo y nos abstraemos de todo lo demás. Además, si no tenemos WiFi es una gastadera de datos bestial. Por otra parte, al cabo de esa hora el chat se vuelve repetitivo y  vemos que ya no es tan necesario.

Si esto te está pasando, este consejo es para ti:

Logra que la persona quiera hablar contigo y que tú quieras hablar con esa persona. ¡Si la primera noche liquidas la conversación y no sabes parar, puedes convertirte en el ejemplo del chat que en la primera noche se quema! El final ya lo conoces: ¡Bloquea, bloquea, bloquea!

Si estás chateando, nadie se sienta a gusto a tu lado

Si bien no hay cursos para aprender a chatear, es importante tener en cuenta algunas cosas que hemos aprendido de viva voz. Lo primero es saber que el chat nos une de los que tenemos lejos, pero nos desune de los que tenemos cerca. A mí me molesta sobremanera estar en una mesa al lado de alguien que está chateando a destajo mientras yo lo observo o le quiero hablar.

El chiste está en que si todos chateamos con alguien más, sí se vale, pero si tú estás hablando con tu hijo y él está chateando, al final se vuelve un tema de incomunicación y hasta de falta de educación. El truco es decirle a esa persona. Necesito de tu atención por (X) tiempo, mientras te estoy hablando, te pido el favor de que no chatees y me prestes atención.

Aprende a escribir

El chat con una persona que sabe escribir es mil veces más estimulante que hacerlo con alguien que escribe hola sin hache o que te dice “abéces leo a Gavo”.

Cuidar la ortografía nunca está de más ¡Una persona que sabe escribir bien, siempre ganará puntos!

Cuando una persona chatea con faltas, nos pincha el globo destrozando nuestra ilusión de que fuera tan ilustrada como la soñamos, -y a algunas nos dan ganas de corregirla al instante- cosa que tampoco es indicada porque caemos en la prepotencia.

Si tu ortografía no es de concurso, opta por los mensajes de voz o por los mensajes de vídeo. No se trata de que no chatees, sino de que te ayudes a hacerlo de la mejor manera posible. Si quieres hacerlo por escrito y tienes dudas, consulta con Santa Google antes de enviarlo. ¡No te arrepentirás!

Emojis sí, pero no todo el tiempo

Recuerdo a un amigo que era un duro escribiendo y no usaba emoticonos. A mí me encantaba chatear con él porque se tomaba el tiempo para cada palabra y era rico ‘whatsappear’ con é, porque era como escribir a dos manos un diario. Un día dejé de recibir sus mensajes -porque se fue lejos- y al regresar años después empecé a ver que usaba emoticonos para todo. Ya no decía buenos días, ahora mandaba un pinche solecito. Ya no decía cómo se sentía, sólo se expresaba con emoticonos. La cereza del pastel se la puso un día en que me quejé por lo que estaba haciendo, el man me contestó con el emoji del tipo que sube los hombros. ¡NUNCA MÁS!

Estar en línea no significa que quiera hablar siempre contigo

Durante este confinamiento estamos mucho tiempo haciéndonos llamadas por WhatsApp, enviando videos, noticias o descargando archivos. Si una persona aparece en línea no quiere decir obligatoriamente que esté disponible para chatear contigo. Si no te contesta, no quiere decir que no esté pendiente de ti, es sólo que ahora está dedicada a otra cosa (hablando con su mamá, descargando unas fotos o escuchando ese audio larguísimo de su amigo verborrágico).

No seas intenso y no reclames atención todo el tiempo, si ya ves que pasadas unas horas no te ha respondido a tu mensaje, prueba con mandarle un WhatsApp de supervivencia, siempre en buen tono. Si definitivamente no te contesta a ese recorderis, ahora sí puedes empezar a creer que no desea chatear contigo. Mi consejo es que esperes a que te hable y que tengas paciencia. Tranquilidad, ¡no es el fin del mundo!

Sé cuidadoso con el ‘sexting’

Cuando se chatea a destajo con una persona, se llega a un momento en que alguno de los dos desea pasar a un segundo nivel y enviar algo de contenido picante.

Bien puede ser por escrito, por audio, por foto o por video. Esto suele conectar a algunas parejas que están lejos y puede crear un vínculo muy necesario en caso de cuarentena. Lo que pasa es que cuando haces ‘sexting’ con alguien que apenas conoces, puede darse el caso de que esa persona haga un uso no adecuado de las fotos o de los vídeos que le has dejado en medio de tu ‘rush’ sexual.

Mi consejo es que no hagas ‘sexting’ a no ser que conozcas bien a esa persona y, en caso de que quieras atreverte a pasar algo íntimo, no muestres tu cara. De esta forma será mucho más difícil que te metan en problemas.

Si necesitas una consulta privada conmigo puedes escribirme a este WhatsApp. Todas mis consultas son online, desde la comodidad de tu teléfono.

Sígueme en Facebook: María Pasión la Doctora Corazón o en Instagram @mariapasiondra.corazon

Encuentra todas las columnas de María Pasión en este enlace.

*Las opiniones expresadas en este texto son responsabilidad exclusiva de su autor y no representan para nada la posición editorial de Pulzo.