La relación entre Neymar y el Barcelona ha llegado a su fin. En horas de la mañana del 2 de agosto de 2017, se confirmó por parte del club que el jugador brasileño se quiere marchar del equipo blaugrana.

Warner Ribeiro (representante del jugador) ha confirmado que en las próximas horas el PSG pagará la cláusula de recisión (222 millones de euros) y que el jugador será presentado esta semana: “El PSG pagará la cláusula de Neymar… la presentación del jugador tendrá lugar a finales de esta semana”.

Ante esto, el jugador brasileño ha recibido muchas críticas: le han dicho pesetero, traidor, el nuevo Figo etc. Lo que sí es innegable es que el jugador luchó con garra y dejó el alma en cada partido del Barcelona

Durante estas cuatro temporadas, el 10 de Brasil ganó 10 títulos (dos ligas de España, tres copas del Rey, dos supercopas de España, una Champions League, una supercopa de Europa y un Mundial de Clubes) y marcó 105 goles en 186 partidos, una barbaridad para un jugador de tan solo 25 años. Neymar no se va solo por el dinero (negarlo sería engañar a todos los lectores y a mí mismo). No es el factor principal.

Se va porque él quiere ser considerado el mejor jugador de mundo. Es uno de los pocos jugadores que tiene esa ’chispa’, esa magia, que hace la diferencia en el campo y es el único que puede acabar con el ‘Duopolio’ Messi-Cristiano.

En el Barca era considerado el heredero de Messi, el Dueño del trono en un futuro, pero la pregunta es ¿hasta cuándo? En 6 años o 5 años. Neymar no puede esperar todo ese tiempo. Él debe ser el centro de un proyecto, el jefe la cabeza de un club como lo quieran llamar y tiene una oportunidad de oro en el PSG.

Lastimosamente, mientras Messi siga en el Barcelona, Neymar siempre estará a la sombra de él, ya que Messi, para muchos, es el mejor jugador de la historia.

Neymar tiene derecho a ejecutar la cláusula que quiera de su contrato e irse al club que quiera. Además, está dejando en las arcas del club 222 millones de euros, una cantidad abismal que no le viene mal Fútbol Club Barcelona, ya que tienen una plantilla muy limitada y con ese dinero podrían confeccionar una plantilla de ensueño (se habla de Coutinho, Dybala, Dembele). Es una decisión muy difícil, pero sabia.

Ya veremos cómo le ira en este nuevo reto, y como dijo Alves: “Sé valiente, el mundo es de los valientes”.