La idea es que el escudo en el frontis de su vehículo siga siendo el mismo.

El asunto empieza bien o mal dependiendo de la actitud de la recepcionista del concesionario, que no siempre tiene claro si es mas más importante atender la llamada que entra o recibir al visitante con una sonrisa para que sienta que su visita es el suceso de esta letárgica tarde.

Una actitud desabrida, despectiva o descuidada, hará que los esfuerzos de la marca y el concesionario por hacerse a nuevos clientes o mantener los que tienen hayan sido tiempo perdido.  Quien se acerca a un concesionario para preguntar por un vehículo espera que lo traten como a un rey, y no que le hagan sentir que es un advenedizo que osa aspirar a uno de los vehículos que se exhiben en tan distinguido establecimiento.

Un buen termómetro del talante de los concesionarios son sus asesores comerciales, que al atender a los clientes representan simultáneamente al concesionario y a la marca, quienes les dan constantes cursos de capacitación para inculcarles un trato respetuoso y transparente con los clientes, y para que no persistan en negocios que a la postre serán un nido de dolores de cabeza para todos, como ahora que no tenemos el vehículo apropiado.

Entregado el vehículo al comprador, a veces sucede que el cliente le marca al asesor comercial para informarle que el aire acondicionado dejo de funcionar y que la temperatura en el lugar de sus vacaciones es de 40° a la sombra.

El asesor, utilizando su tono más solidario le dice que espere al lunes para llevar al vehículo al concesionario más cercano en donde seguramente lo atenderán la mar de bien, a pesar de que ellos no vendieron ese bicho sino un concesionario de la competencia. En tierra extraña el consumidor se siente en riesgo, pues no es lo mismo que estar en el concesionario de su confianza, y que con 40 grados a la sombra resulta muy difícil creerle a la marca el cuento de que todos los puntos de servicio lo atenderán igual en el territorio nacional.

En fin, que esto de mantener la fidelidad de los clientes  es todo un arte, y cuando las noticias no son buenas el afecto del cliente hacia el concesionario es una importante herramienta.

*Las opiniones expresadas en este texto son responsabilidad exclusiva de su autor y no representan para nada la posición editorial de Pulzo.