¿Hace cuánto tiempo le dejamos de dedicar un rato de nuestra vida a sentir? Vivimos en un piloto automático que nos separa de la oportunidad de hacer un alto y vivir.

Hemos asociado el sentir, con el corazón, con las emociones y se nos ha olvidado el potencial de nuestro cuerpo como instrumento y vehículo de nuestra existencia. 

A él, al cuerpo, lo hemos dejado renegado en un cuarto de órdenes. Se ha vuelto nuestro esclavo y la forma de consentirlo, honrarlo y alimentarlo, no es una cuestión de todos los días.  Nos hemos olvidado de reconocer nuestros poderes, eso que durante mucho tiempo se ha llamado sentidos. Y digo poderes, porque se ha reducido a un proceso fisiológico o de estímulos, pero no hemos ido mucho más allá.

Sin duda estamos en la era de la modernización. El mundo y nosotros mismos nos hemos automatizado. Los robots ya no son una cuestión fantástica, sino es una cuestión que pasa en nuestro cotidiano, en nuestros colegios, empresas, en nuestras casas y familias.

¿Cómo podemos retornar al origen? ¿Cómo podemos ser esos animales que sobrevivían dependiendo de lo que comían, que cortejaban oliendo, que creaban nuevas formas de comunicación gestual y no verbal?

Pues bueno, es hora de adoptar un nuevo sentido: El sentido de la consciencia. Una posibilidad que nos enseña el arcano 1 en el tarot: ‘el mago’. El con sus herramientas las pone allí de frente para que nos demos cuenta que nuestro cuerpo es sagrado, que en nosotros somos el templo de lo más grande, y que tenemos las opciones de sentir la vida. 

Es hora de que apaguemos nuestro piloto automático y podamos sorprendernos en la medida que comemos algún alimento, en la medida que extendemos nuestros brazos, caminamos, o tecleamos el computador. ¿ No es maravilloso sentir la inteligencia que se esconde detrás de nuestro cuerpo? ¿ No es sorprendente cómo podemos vivir de múltiples maneras a través de los sentidos? Sin duda lo es, y es esa la invitación que hoy hago.

Que nos empoderemos de este nuevo sentido y nos hagamos conscientes. Que juguemos con todos los poderes que tenemos y podamos recordar el gran ser que somos: Somos humanos, y por ende llenos de atributos;  entre ellos, es tener el sentido de la consciencia corporal, emocional, social, espiritual; sin embargo; antes de llegar a esas herramientas, necesitamos una inteligencia sensorial, que nos permita vivir a través no de los juicios de nuestra mente, sino de los sentidos.

Por ello, para terminar, te voy a proponer en este pequeño espacio algunos ejercicios para que nos permitamos viajar a través de ellos; una vez hechos consigna tu experiencia en un diario:

Vista: Si quieres volver a sentir el poder de tus ojos, te invito a que elijas un día que tengas libre, que no tengas algún compromiso, y que una noche anterior te vendes los ojos antes de acostarte. Así, vas a durar todo un día como si fueras ciego. Permitiendo que sean tus otros sentidos los que gobiernen tu día. La idea, es que destapes tus ojos al día siguiente, y podrás reconocer el poder que tiene la vista para ti.

Gusto: Te propongo que ayunes en la mañana. Que ofrendes ese ayuno para reconocer el poder de tu gusto. Y cuando vayas a almorzar, te propongo que lo hagas en silencio, para que así recuerdes el poder que tiene tu boca.

Olfato: En tu cocina, pon a hervir agua, y dentro de ella, pon unas gotas de algún aceite esencial. Te aseguro que tu nariz te lo agradecerá.

Oído: Durante 2 minutos, pon una música que no te guste a alto volumen. Siente como el sonido es agresivo con tu oído, y luego el silencio un bálsamo para tu sentido.

Tacto: Te propongo que prendas una vela, y que llenes un vaso con agua. Lo que harás, es que con la mano izquierda pondrás la palma de tu mano a unos centímetros de la vela, -hasta que sientas calor-, y con la otra mano, meterás algunos dedos en el vaso de agua. Cierra los ojos y siente la temperatura de tu cuerpo. Allí reconocerás la inteligencia del tacto.

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