En un día normal tenemos más de 60 mil pensamientos.

¡Somos una máquina de producirlos! Y esto, lejos de darnos una mentalidad tranquila y en paz, puede llegar a ser el origen del estrés y de la preocupación que se manifiesta en nuestra forma de entendernos y de relacionarnos. 

Lo que se ha estudiado es que la mayoría de estos pensamientos son iguales a los que tuvimos el día anterior. A esto se le conoce como la tiranía del pensamiento empobrecido.

Las personas piensan la misma cosa una y otra vez, y no se trata por lo general de algo positivo, sino que pueden estar rumiando tragedias y cosas negativas que se convierten en sus hábitos mentales.

¿Sabes que casi todo lo malo que piensas que puede ocurrir luego no te pasa?

Dedicas demasiado tiempo y espacio mental a repetirte una y otra vez que lo que deseas no se cumplirá, o que no te llamarán para un trabajo, o que van a quedarse con la propuesta del otro candidato, o que esa persona que te gusta no tendrá intenciones de aceptar salir contigo. Y te ves minúsculo, desvalido, sin fuerzas y todo esto es una creación de tus pensamientos, porque ese, en realidad NO eres tú.

Te das rejo porque crees que eso es lo que te mereces y permites que tu mente te ayude en tu tarea de castigarte.

Así es imposible que puedas apagar tu mente y que puedas dejar de identificarte con lo malo en tu cabeza.

Esa tiranía del pensamiento empobrecido es lo que hace que tu autoestima no pueda ayudarte a ser mejor y a que te alejes de lo que realmente deseas para ti. 

¿Cómo evitar pensar en lo malo?

Aprende a darle la vuelta a la moneda, que como ya sabes, siempre tiene dos caras.

Recuerda que de un mismo hecho hay dos opciones de lectura: la lectura negativa y la lectura positiva. Mira lo que te va sucediendo como una oportunidad para cambiar y lo que sea especialmente duro se traducirá en un aprendizaje para ti.

Averigua qué es lo que te gusta hacer y dirige todas tus energías en esa dirección. Esa será tu misión.

Ojo, una misión es algo que engloba lo que tú eres y lo que puedes llegar a ser, es algo que supone un objetivo grande y completo para ti, se trata de tu misión para realizarte como ser humano. Y es algo que te hará feliz. Tu misión, cuando la has visto clara, se dibuja en tu mente y te ayudará a concentrarte.

Encuentra tu misión y así no perderás tiempo en distracciones, dedicarás espacio de tu mente y tiempo de vida a lo que verdaderamente importa, de esta manera no le darás importancia a lo que te desvía de tu objetivo. La discusión, el chisme, el rumor o la criticadera hacen parte de lo que no necesitas en tu vida y te terminan por menguar la energía. (¿Te has dado cuenta que las personas criticonas te consumen y quedas cansado después de pasar un rato con ellas?)

Concentra todos tus pensamientos en llegar a ese objetivo que te has marcado, lucha por esa razón que tienes para vivir y ten el valor para llevar a cabo tu misión.

Tu vida será mucho más feliz, y cada minuto empleado en que esa misión que has venido a cumplir empezará a materializarse en pensamientos positivos, que es justamente lo que te permitirá evitar caer en el estrés y el autosabotaje de tu mente. ¡Tú puedes!

Si necesitas una consulta privada conmigo puedes escribirme a este WhatsApp. Todas mis consultas son online, desde la comodidad de tu teléfono.

Sígueme en Facebook: María Pasión la Doctora Corazón o en Instagram @mariapasiondra.corazon

Encuentra todas las columnas de María Pasión en este enlace.

*Las opiniones expresadas en este texto son responsabilidad exclusiva de su autor y no representan para nada la posición editorial de Pulzo.