Anhelábamos que esa metamorfosis de Franz Kafka se hiciera realidad. Pero no. Se divisa y se avecina un pronóstico de días que espantan la fe y la esperanza. Días más oscuros que claros. 

Por eso, y desde esta fuente, pido para ti: 

Que tengas amaneceres tranquilos, en que puedas abrir tus ojos y dar gracias por un día más de vida. 

Que siempre tengas un plato de comida para calmar tu hambre. 

Que tengas una bebida, para saciar tu sed. 

Que en las dificultades tengas quien te de la mano. 

Que en tus tristezas tengas la fortaleza para levantarte y seguir adelante.

Que tus noches sean tranquilas, en que tu sueño sea tu mejor descanso.

Que en el frío tengas cómo abrigarte y en la tiniebla tengas un foco para escudriñar el mínimo de luz.

Que en pleno sol la sombra sea tu compañía. O que, incluso, un solo rayo de sol sea capaz de calentar tu alma. 

Que en medio de la depresión, de la furia cerebral y la descompensación, llegue la sabiduría a acompañarte. 

Que cuando haya escasez de dinero te lleguen oportunidades laborales. 

Que cuando existan problemas, encuentres caminos para la solución. 

Que cuando el cansancio te abrume encuentres rápido un sofá que te soporte. 

Que si te llega una flor, sea para saludarte. Una canción para disfrutar y un vals para bailar.  

Que los llantos sean de alegrías o que, incluso, sean tan perturbadores como para sanarte. 

Que si los dolores llegan, los abrazos sean suficientes para soportarlos. 

Que si te diagnostican terapias, sean tan contagiosas como las de la risa. 

Que si los planes eran ir al doctor estético y se cambiaron por el médico internista, tenga la misma actitud para asistir a esta.

Que si los planes eran viajar, conocer, volver y se cambiaron a quedarte de nuevo en casa, le pongas el mismo frente, el de la paciencia.  

Que tus momentos tranquilos no estén amenazados por el hundimiento del ánimo. 

Que no te falte nunca un abrazo. 

Que las buenas decisiones lleguen siempre a tu almohada. 

Deseo, especialmente, que el COVID 19 no toque tu puerta, que te llegue rápidamente la vacuna y, definitivamente, que este 2021 no sea como aquella gran obra de la Insoportable levedad del ser, donde nos lleguen aún mas las dudas existenciales de la vida. 

Pulzo
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*Las opiniones expresadas en este texto son responsabilidad exclusiva de su autor y no representan para nada la posición editorial de Pulzo.