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0     Nov 23, 2023 - 12:58 pm

“Ahora solo tienes que mirar el cielo y escuchar las olas” – Jon Fosse en “Mañana y tarde”

Cuando anunciaron el nombre del ganador del premio Nóbel de Literatura 2023, el noruego Jon Fosse (1959), pensé, como muchas veces lo hago: “Me faltan demasiados autores por conocer y demasiados libros por leer y no habrá vida que alcance…” De hecho, leí alguna reseña en un periódico español, y no me llamó mucho la atención: en la reseña hablaban de una religiosidad extrema y la verdad, yo ya no estaba para eso.

Traté de ubicar algún libro en físico en alguna librería en línea, pero no lo logré. Finalmente, en un reciente viaje que hice a Medellín, un muy amable librero de la Librería Nacional del aeropuerto Luis Carlos Galán, de Bogotá, más conocido como El Dorado, me lo ofreció y pensé que podría ser una buena oportunidad para conocer a un autor que, de entrada, supuestamente, ya sabía que no me iba a gustar. 

Y la sorpresa fue mayor cuando empecé a leer una maravillosa novela, el Pedro Páramo noruego, como para que se hagan una idea, y perdón por la comparación, pero sí, estamos hablando de dos monstruos de la literatura nórdica y latinoamericana.

“Mañana y tarde”, inicialmente publicado en 2000, pero que las editoriales Nórdica Libros y De Conatus nos traen en una bellísima edición en este octubre de 2023, en una impecable traducción de Cristina Gómez-Baggethun y Kirsti Baggethun, es, sin lugar a dudas, una obra excepcional, de esas que te deja el alma bien rayada para toda la vida y que va creciendo y creciendo hasta un final tan profundamente emocional, que no es posible desprenderse de sus palabras sino con el paso de los días. 

La narrativa gira en torno a Johannes, un pescador noruego, cuya vida se despliega en su pueblo de origen, desde su nacimiento hasta su muerte, ofreciendo una perspectiva única sobre los momentos ordinarios y extraordinarios que conforman una vida. 

Y empieza con su nacimiento (“la mañana”). Y sigue con el ocaso (“la tarde”) de una vida que advertimos vamos a conocer desordenadamente, a través de los pensamientos que irán posándose, que irán llegando fluidamente a través de un narrador que no usa los puntos – ni los seguidos ni los finales -, pero sí utilizará los espacios de cada página para hacernos sentir que estamos en la piel, en la mente, en el alma y en el corazón de Johannes. 

En la novela hay un padre – Olai- y una madre – Marta-, y también una esposa, Erna, unos hijos entre los que sobresale Signe -la menor-, un mejor amigo, Peter, y su esposa. Personaje importante es el mar. Ese mar gélido, a veces tranquilo, a veces inquieto, que marcará la vida y la muerte de Johannes y su paso a un destino que “no es ningún lugar, y por eso tampoco tiene nombre”. 

Johannes, el protagonista, es presentado en forma de pensamientos y emociones, en diferentes etapas de su vida, que nos ofrecen diferentes perspectivas sobre las relaciones familiares y la transmisión de legados a través de las generaciones, con un aprendizaje único: hay que saber desacostumbrarse a la vida para poderse ir tranquilo a ese allí donde está todo lo que nos gusta y todo lo que no nos gusta.

La muerte nos es presentada también como un darse finalmente por vencido ante la inevitable transición. La muerte es para Fosse y para el protagonista del libro, un viaje, un desvanecimiento, un lento desaparecer de la mano de los seres queridos ya idos. Es, pues, un fundirse nuevamente con el todo en un más allá inexplorable. Nos dice “y el cielo y el mar son como una y la misma cosa y las nubes y los vientos son como una y la misma cosa y luego todo, el agua y la luz están en una y la misma cosa (…) todo es uno y al mismo tiempo es diferente, es uno y a la vez exactamente lo que es, todo está separado y sin separación y todo está tranquilo”

La muerte, sin ser un lugar es un destino, a donde vamos pero en donde a la vez “no existen ni el tu ni el yo”, “allá donde vamos no hay cuerpos, así que no existe el dolor”, “no se está bien ni mal, pero aquello es grande y apreciable y un poco trémulo y luminoso”, un destino al cual llegamos y en donde ya, ni siquiera, existirán las palabras, y desde donde podremos ver, en su horrible dimensión, a quienes se quedan acá abajo.

Fosse destaca en su capacidad para transformar la cotidianidad en algo fascinante. La vida diaria de Johannes, sus interacciones y reflexiones, son presentadas de manera que resaltan la belleza y la profundidad en lo mundano. Esta aproximación confiere al libro un tono meditativo, invitando al lector a reflexionar sobre su existencia, y también sobre su próxima no existencia.

Así que prepárense a leer este viaje a través del tiempo, explorando los lazos familiares, el envejecimiento y la soledad, y la ineludible naturaleza de la vida y la muerte. 

Se sabe que Fosse es meticuloso en su arte, a menudo inspirado por la serena y melancólica naturaleza de Noruega, lo cual se refleja en el tono y el ambiente de sus libros. La prosa de Fosse es lírica y evocativa, convirtiendo “Mañana y tarde” en una lectura imprescindible para aquellos interesados en la literatura contemporánea que profundiza en la esencia de la experiencia humana. No se lo pierdan. Es realmente inolvidable

*Las opiniones expresadas en este texto son responsabilidad exclusiva de su autor y no representan para nada la posición editorial de Pulzo.