A propósito de ello es bueno recordar a quienes con sabiduría ayudan a entender una realidad que debe ser asumida con responsabilidad y ojalá más con satisfacción que con resignación.

La escritora y columnista estadounidense Regina Brett ha hecho aportes valiosos en esta línea, desde sus artículos en diarios como “The Plain Dealer” o en libros como “Dios nunca parpadea” y “Tú puedes ser el milagro”.

Allí se encuentran lecciones que ayudan a enriquecer nuestro sentido de vida. Muchas de ellas pueden sintetizarse en cortas sentencias llenas de sabiduría por ejemplo: “La vida no es siempre justa, pero ¡siempre será buena!”, “Se excéntrico ahora… ¡No esperes a ser viejo para vestirte de morado!”, “El órgano sexual más importante, es el cerebro”,  “La envidia es una pérdida de tiempo. Tú ya tienes todo lo que necesitas”, “Tu trabajo no te cuidará cuando estés enfermo. Tu familia y amigos sí. Mantente en contacto”. Pero sobre todo esta enorme verdad: “Llegar a viejo es mejor que la alternativa… morir joven”.

Fabio Arévalo Rosero

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Esta última demuestra la fortuna y riqueza que encarna la posibilidad de llegar a ser viejo. Pero al contrario, mucha gente joven ve la vejez lejana, se sienten como un Dorian Gray. Pero la historia de Óscar Wilde será para ellos tardía cuando deban tener conciencia de una realidad, el golpe será duro. Más aún para aquellos que de forma peyorativa se refieren a los mayores, sin tener siquiera la seguridad de que llegarán a serlo. Su capacidad de asumir una verdad puede ser cruel.

Contrata a mi padre

También esta reivindicación es oportuna, cuando en pleno Siglo XXI las personas mayores de 50 años tienen posibilidades casi improbables de conseguir empleo, por el falso estigma de la vejez. Hace poco se conoció el caso de un español muy competente que lleva casi 10 años desempleado. Tiene 59 años. Ante ello su propio hijo decidió de forma casi desesperada pero también ingeniosa contar públicamente la historia de abandono laboral de su progenitor.

Un video del catalán Jordi Pascual llamado ‘Contrata a mi padre’, se ha vuelto viral promoviendo un profundo debate sobre la precariedad laboral de los mayores y la cruda realidad de su desempleo. El joven argumenta: “mi padre es un profesional, tanto por sus conocimientos como por su experiencia, de la cabeza a los pies, no juzguemos a la gente por su edad”. El audiovisual que ha conmovido a España puede verse en este enlace: https://www.youtube.com/watch?v=MIS5snYvhPQ

“Envejecer con sentido”

Otro aporte sustancial en este campo lo hacen la filósofa estadounidense Martha C. Nussbaum, premio Príncipe de Asturias en 2012, y el economista Saul Levmore, autores del  libro “Envejecer con sentido”. Esta obra presenta una visión integral sobre el envejecimiento. Responde a cuestiones como: ¿Qué nos aporta el arrepentimiento y qué peligros tiene permanecer atrapados en el pasado? ¿Cómo sentirse cómodos con un cuerpo que envejece? ¿Es la edad importante en el amor? y otros interrogantes más.

El libro es tan interesante que permite entender la vejez como una época de la vida con oportunidades únicas en la que hay que vivir con conciencia en lugar de focalizarse en la preocupación por la muerte. Tiene ocho capítulos, así: “Aprendiendo del rey Lear”, “Política de jubilación”, “Envejecer con amigos”, “Cuerpos que envejecen”, “Mirando atrás”, “Amor y Sexo más allá de la mediana edad”, “Desigualdad y envejecimiento de la población” y “El acto de dar”.

La obra sostiene que vivir estancado en el tiempo impide establecer muchos vínculos felices con personas vivas. ¿Por qué perder la energía emocional en lo que ha desaparecido y se ha marchado?”. Los prejuicios juegan un mal papel en la salud de la gente mayor. A veces los médicos consideramos equivocadamente que una enfermedad tratable es “algo normal de la edad”, la gente por lo tanto no recibe el cuidado que necesita.

Fabio Arévalo Rosero

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Debe considerarse que el progreso del envejecimiento es increíblemente variable y atañe a diversos aspectos de la vida humana. “Un hombre de 90 años puede conservar su agudeza mental con alguna desventaja física, mientras otro de 65 no puede tener problemas para correr pero sufrir Alzheimer”, señalan los autores.

Corolario para una vejez plena

Con el paso de los años “nos encontramos más cómodos en nuestra propia piel”. Aunque esta se torne ajada, la vejez tendrá que ver más con acumular sabiduría y experiencia. “Cuando eres joven pierdes el tiempo en muchas cosas que no merecen la pena; envejecer nos reta a ser realmente nosotros mismos”. Es absurdo recurrir a procedimientos de cirugía estética cuando la edad empieza a notarse, una modificación “antinatural” que hacemos de los cuerpos, en vez de priorizar la salud. Bordea en lo ridículo y tonto que hombres se pinten o escondan las canas.

El cuidado del yo debe consistir en mejorar la apariencia, no en tratar de parecer más jóvenes. Es decir afinar la presentación personal y la actitud. El envejecimiento también tiene que ver con dejar huella y tratar de que nuestra vida marque una diferencia en el futuro. Aquí toma más vigencia la lección de Regina Brett: “Llegar a viejo es mejor que la alternativa… morir joven”.

Pregunta solapada: -¿Qué edad crees tendrías si no supieses la edad que tienes?

*Las opiniones expresadas en este texto son responsabilidad exclusiva de su autor y no representan para nada la posición editorial de Pulzo.