“Por consiguiente, manipulable funcionamiento de nuestro cerebro, y las redes sociales están utilizando malévolamente ese conocimiento igual que el fusil utiliza la bala: con la intención criminal de reventarnos la cabeza desde lejos… Y, para peor, nadie es inmune. No te salva la experiencia (hay estudios que demuestran que los mayores de 65 años difunden siete veces más bulos que los más jóvenes), y tampoco el nivel cultural o la inteligencia. Al contrario: todos somos proclives a creer aquello que confirma nuestros prejuicios, y los más cultos, una vez infectados por una mentira, tienden a estar mucho más seguros de ella y de su propio criterio.”

Traigo a colación esta interesante reflexión, a raíz de las nuevas pirámides, tan de moda en varios grupos de mujeres, que han dado en llamarse ‘Telar de los sueños’, ‘Telar de la Abundancia’ (cambie la palabra telar por fractal(es) o mandala(s) o nave(s) y encontrará más pirámides aún). Se disfrazan como “movimientos de economía solidaria”.

Ver resolución de Superfinanciera.

En Colombia, hace unos días, la Superintendencia Financiera debió intervenir una pirámide muy en boga en ciertos grupos solidarios de mujeres, cuyo nombre es ‘El Telar de los Sueños’, esta vez en Villa de Leyva (Boyacá), lo cual hizo a través de la Resolución 0712 de 2019, en donde se ordena “suspender de forma inmediata las operaciones de captación o recaudo no autorizado de dineros bajo la modalidad de pirámide al esquema que se promocionaba como ‘Tejedoras de Sueños’ y que operaba también con los nombres de ‘Telar de los Sueños’ o ‘Mándala'”, dirigida por María Fernanda Martínez Portilla, del Café Mándala en dicho municipio.

La resolución también da traslado a la Fiscalía para que se investigue a la mencionada señora, y ordena tomar medidas sobre los bienes de la misma, incluyendo el cierre de los establecimientos de comercio en donde se desarrollaba la conducta, y ordena publicar la parte resolutiva de dicha resolución. La resolución está publicada en la página de la Superfinanciera, con acceso pleno e ilimitado.

Se trata de pirámides en donde te tratan de convencer de la inconveniencia de la economía tradicional que injustamente solo beneficia a unos pocos pero no a “nosotras las mujeres”, y beneficiarte de un sistema paralelo que seguramente va a ser “atacado por el gobierno”, en donde entras dando un “regalo” o “donación” de una suma XX de dinero (varía según el país, en Argentina puede ser $1.000, en Colombia desde $24.000 hasta $4.500.000, en USA de U$100) y recibes al cabo de un tiempo el cuádruple de lo “regalado” (si pones $1.000 recibes $4.000), de los cuales, uno se quedaría con tres partes y reinvertiría una (en el ejemplo, te quedarías con $3.000 y reinvertirías $1.000).

En Colombia se descararon y en la pirámide de Villa de Leyva prometían ganar hasta 7 veces lo regalado. Los equipos se conforman con mujeres a las que se les ponen nombres que corresponden con 4 de los elementos de la tierra (agua, tierra, fuego, aire o viento) que uniéndose al metal (la moneda, el dinero), forman el fractal perfecto: lo llaman la “completitud”. Los grupos son de 15 mujeres categorizadas en donde la jerarquía superior es la de “hermanas guardianas”.

Te lo venden como algo “hermoso” en donde lo “único” que se quiere es ayudar a cumplir los sueños de todas aquellas que forman parte del equipo (busquen en Facebook o en cualquier otra red social con las palabras Telar de Sueños o las que les indiqué arriba).

Dicen que se basan en la cultura del regalo y hasta las hacen firmar un documento en que jurídicamente lo que entregan es una “donación”. Se les olvida que en derecho también existen los actos de simulación… en donde se puede “descubrir” la verdadera naturaleza del acto… (¿donación con retribución posterior?)

El artículo 6º. Del Decreto 4334 de 2008 claramente indica:

Artículo 6°. Supuestos. La intervención se llevará a cabo cuando existan hechos objetivos o notorios que a juicio de la Superintendencia de Sociedades (en este caso Financiera por tratarse de captación de dineros), indiquen la entrega masiva de dineros a personas natu­rales o jurídicas, directamente o a través de intermediarios, mediante la modalidad de operaciones no autorizadas tales como pirámides, tarjetas prepago, venta de servicios y otras operaciones semejantes a cambio de bienes, servicios o rendimientos sin explicación financiera razonable. 

Y hay un delito que se llama “captación masiva e ilegal de dinero”: El Código Penal (Artículo 316) la califica como delito, de tal forma que quien desarrolle, promueva, patrocine, induzca, financie, colabore o realice cualquier otro acto para captar dinero del público en forma masiva y habitual sin contar con la previa autorización de la autoridad competente, incurrirá en prisión de 120 a 240 meses y multa hasta de 50.000 salarios mínimos legales mensuales vigentes. Si para dichos fines el captador hace uso de los medios de comunicación social u otro medio de divulgación colectiva, la pena se aumentará hasta en una cuarta parte.

Varias de las integrantes de dicho ‘Telar’, tal como dice el artículo 8 de la resolución de la Superfinanciera, eran funcionarias de entidades públicas en Villa de Leyva.

Se llaman entre ellas “hermanas guardianas” – las de mayor categoría – y en Colombia hay mas de 1000 según se lee en la resolución de la Superfinanciera, y “tejedoras” o “telarinas”. Adoptan un discurso basado en la “sororidad” y son capaces de seguir adelante con un panfleto en el que osan decir, cual víctimas femeninas:

“Buscaremos defender a través de las redes y medios publicitarios nuestro movimiento solidario con el apoyo de todas las mujeres que hacemos parte en Villa de Leyva … sigamos con toda la energía y el corazón en este maravilloso movimiento no paremos (sic) sigamos empoderando mujeres” (el panfleto aparece en la resolución de la Superfinanciera).

En los chats citados por la Superfinanciera se animan con frases como estas: “Nos honramos como mujeres amorosas, merecedoras y conscientes. Unidas en este tejido de amor, respeto, claridad, confianza, enfoque, compromiso, prudencia, comunicación, confidencialidad y gozo.” Y terminan con una solicitud de no hacer masivo el tema y de cambiar el nombre apenas se ingresa al chat… (¿algún temor?).

En la entrevista que da Maria Fernanda Martínez a RCN el 7 de Mayo de 2019 – citada en la resolución de la Superfinanciera – indica que la diferencia entre las pirámides y el movimiento del Telar es que sus integrantes son personas decentes, mujeres trabajadoras responsables y empoderadas.

¿De cuando acá el feminismo, el empoderamiento, la sororidad permiten ser usadas, y entre nosotras mismas que es lo mas grave, como una patente de corso para estafarnos mutuamente? ¿Alguien gana el cuádruple a costa de que todas perdamos el “regalo” inicial? ¿Para cuantas va a alcanzar el dinero del regalo inicial a fin de cubrir las ganancias cuádruples?

Debí retirarme en estos días de un grupo de Whatsapp en que compartíamos inquietudes espirituales, en el que me “atreví” a publicar el enlace de la revista Dinero en donde se daba cuenta de la noticia de la Superfinanciera.

Una integrante me dijo que el grupo era solo para publicar temas espirituales. Otra de las integrantes me indicó que medio grupo hacía parte de dicho Telar. Me retiré ipso facto indicando que no estaba de acuerdo: considero que el protegernos entre nosotros y nosotras incluye el alertarnos sobre este tipo de figuras ilegales y punibles, penal y administrativamente.

Y adicionalmente, porque, en caso de investigaciones penales y administrativas, no quiero estar relacionada con las personas que de forma directa o indirecta están participando y cohonestando el tema. Los grupos de espiritualidad, los grupos de mujeres, los grupos solidarios, jamás deben ser cómplices de conductas como estas. La solidaridad femenina jamás debe confundirse con la incorrectitud.

El concepto de dignidad humana tiene su origen en la antigüedad griega, y ha evolucionado de una noción atada a una cierta posición social a expresar la capacidad y autonomía moral de los seres humanos. La dignidad es ser tratado como lo que se es. Y en ese sentido, hago un llamado a que no permitamos ser tratados/tratadas como borregos/borregas: ¿Somos las mujeres tan vulnerables, estamos tan victimizadas, o estamos tan encegecidas por la sororidad que no podemos ver mas allá, que requerimos de sectas con tinte internacional, que ni siquiera reparamos sobre nuestra dignidad humana?

Como dice Rosa Montero en su citada columna: “la desinformación es tan contagiosa como el ébola. O tomamos conciencia del peligro, desarrollamos planes nacionales contra la mentira organizada y empezamos a educar a los niños en el pensamiento crítico, o seremos los borregos más tontos de la historia humana, camino del matadero y balando mentiras todos a una.”

De regalo: Además de la resolución de la Superfinanciera, les recomiendo el enlace. 

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