La Interpol identificó a por lo menos 200 ciudadanos libaneses, sirios, jordanos y palestinos con cédulas que los identifican como oriundos de Buenaventura, Cali, Pereira, Bucaramanga, Barranquilla y Soacha, indicó El Tiempo.

Según el diario, muchos de ellos “están dedicados al tráfico de estupefacientes, al contrabando e, incluso, a actividades de terrorismo”; aunque otros están huyendo del conflicto en sus países.

Colombia es solo un país de tránsito en la ruta de estos extranjeros que llegan buscando redes delincuenciales para facilitar sus actividades ilegales, y en el país se encontraron con un grupo de notarios, registradores y abogados que les facilitaron los documentos de nacionalidad colombiana utilizando falsos testigos.

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“En el caso de los extranjeros, la Interpol estableció que una sola persona aparece como testigo del nacimiento de 1.700 de ellos”, agregó ese medio.

La Fiscalía adelanta un proceso desde 2016 cuando capturó siete registradores en el Atlántico; expandieron la investigación y encontraron que en el Valle hay empleados involucrados en notarías de varios municipios, en especial en Palmira.