De acuerdo con El Espectador, los vasos, platos y pitillos en este material y que no tienen fácil degradación no podrán ser usados o en su defecto comercializados.

El senador Guillermo García, ponente el proyecto, afirmó que esta iniciativa protege la reserva de Biósfera Seaflower, ecosistema estratégico que alberga el 78 % de áreas coralinas en Colombia.

“Hoy los plásticos vienen afectando los ríos y el mar, en su fauna y en su flora, y en Colombia se da el primer paso para empezar a proteger nuestros mares”, señaló en el mismo medio.

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La ley tiene dos efectos: el primero es para los barcos y buques, que no podrán disponer de sus plásticos como residuos sólidos; y el segundo es para los turistas, habitantes y comerciantes, quienes tendrán plazo de dos años para reemplazar los objetos plásticos por biodegradables.

Por otra parte, durante el debate Carolina Mejía, delegada de la ANDI, confirmó que no aceptarán una prohibición de manera rotunda, porque han movilizado su estrategia hacia una economía circular, que reduce el impacto ambiental y no se ve afectado el trabajo del reciclador, informo El Colombiano.