Las campañas a la Presidencia le dieron músculo a la división política y social en el territorio nacional para convertirla en estrategia electoral. Esto se deduce de los conceptos de seis expertos, cada uno en su área de formación propone salidas.

1. No solo son los candidatos

Para María Cristina Palacio, socióloga con estudios de maestría en Ciencias Políticas, docente, investigadora y consultora, estas elecciones han sido muy complejas, pero interesantes porque no tienen antecedentes en la historia del país.

“En un planteamiento de Boaventura de Sousa Santos pone el fin del relato de la democracia, porque fue un discurso apropiado para posiciones liberales. El cuento de izquierda y de derecha es una visión de conservar un orden establecido, la nostalagia de recuperar el pasado; distinto a una nostalgia reflexiva, de reconocer la historia sin olvidar lo que ha pasado, pero poniendo otras perspectivas para la sociedad”.

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Aunque reconoce que hay riesgo con un candidato o con otro, sostiene que no solo son ellos, también es la sociedad, la que se construye cada día, y ahí la polarización tiene un carácter moralista.

“La polarización tiene que ver con la incapacidad de reconocer la diversidad del otro, y salir de ella es como volveríamos a construir confianza. La polarización se nutre del desprestigio, los señalamientos, los enfrentamientos personales, el dispositivo de pánico, y hay que mirar es la intencionalidad del discurso que cada uno está haciendo, qué hay detrás. Hay que hacer una lectura reposada de lo que está pasando y encontrar qué hay detrás de esos pánicos sociales y políticos”.

2. Hay que cambiar el discurso

Jesús Agreda, internacionalista con maestría en Análisis de Problemas Políticos, Económicos e Internacionales Contemporáneos y docente de la Universidad del Rosario, califica de “impresionante” la polarización actual porque los candidatos han tratado de dividir la sociedad para ganar popularidad y votos.

“Un candidato que esté buscando unir no se percibiría lo suficientemente ajeno a lo tradicional como para poder ganar, así que estamos en un proceso de polarización buscando ventajas políticas”.

En cuanto a la posibilidad de reducir esa polarización, le parece que es donde está el punto importante, pues es irresponsable, por ejemplo, no condenar abiertamente las posibilidades de violencia en caso de cualquier resultado electoral.

“Los candidatos ya deberían estar rechazando cualquier forma de violencia en cualquier circunstancia que resulte de las elecciones, y mucho menos permitir que allegados a sus campañas promuevan o den respuestas violentas al resultado. No podemos dividir a la sociedad colombiana buscando una elección, porque finalmente la gobernabilidad será mucho más difícil y solo va a generar dificultades posteriores. Si los candidatos no cambian su discurso por uno más conciliador, más sensato y de unificación nacional será muy complicado que el bando perdedor acepte al ganador”.

3. Empieza con el Gobierno actual

“La polarización es un proceso que se ha dado en los últimos 20 años por el manejo de las fuerzas políticas que han gobernando el país, no solo en el Ejecutivo, también en el Legislativo (Senado y Cámara)”, asegura Alfonso Gómez, asesor empresarial para entidades del sector energético.

Para terminarla, dice que se requiere de una sensibilización muy grande, de cambios políticos muy fuertes, y que todo dependerá no solo del nuevo gobierno, también del manejo que le dé el actual Gobierno de Iván Duque, en su etapa final, para que se pueda iniciar un cambio y no irse a extremos.

“Convocar a la sociedad no de manera filosófica, sino con hechos reales, con cambios estructurales en las políticas económicas y sociales para que la gente vuelva a creer en las instituciones y en la equidad social. Pero no es un proceso que se haga de la noche a la mañana, es largo y debe iniciarse con este Gobierno haciendo un llamado a que los violentos no se manifiesten, que no afecten la democracia, sea cual sea el resultado; que el nuevo gobierno maneje políticas de equidad y de justicia. Además, que desde Senado y Cámara, donde convergen las fuerzas políticas, los debates sean armónicos y se respete el derecho a pensar diferente”.

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4. Recuperar la confianza institucional

Cristina Echeverri, historiadora docente del Departamento de Ciencia Política en la Universidad Nacional sede Medellín, considera que en un escenario de segunda vuelta es inevitable la polarización, que no es nueva, porque desde años antes se han visto posturas muy marcadas de dos sectores del país.

“Lo vimos con el Plebiscito por la Paz, porque la forma en que estaban estructuradas las preguntas llevaba a ubicase en un lugar o en otro del debate. Los resultados fueron muy ajustados y mostró un país dividido. Un poco de eso se reproduce ahora, por eso creo que la polarización no es algo reciente”.

Lo que sí cree es que el Gobierno Duque deja una institucionalidad muy golpeada, incapaz de superar la división en la sociedad, porque volvió una práctica tomar medidas inconstitucionales, como ocurrió por ejemplo con la Ley de Garantías.

“Donde la ciudadanía tuviera una confianza más plena en la institucionalidad no daría lugar a que sectores políticos y sociales cuestionaran, y sería más fácil superar lo que se tiene”.

5. Los riesgos

Según Hernán Olano, abogado y rector de la Institución Universitaria Colegios de Colombia (Unicoc), a mayor polarización resulta más difícil generar consensos entre grupos distintos, y las posiciones irreconciliables imposibilitan alcanzar acuerdos sobre lo necesario dentro del Estado, particularmente lucha contra la corrupción, seguridad, administración de justicia y temas económicos.

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“Como están los asuntos, hay dificultades con cualquiera de los dos candidatos; porque frente a la nueva Conformación del Congreso de la República, si triunfa Gustavo Petro tendría el apoyo de 60 senadores de los 108 y quedarían 47 que corresponden como a un grupo de indecisos. Algunas apreciaciones de Hernández es que podría renovar o cerrar el Congreso, pero lo que haría es exacerbar los ánimos y no lograr que hubiese un equilibrio”.

De allí que sea vital evitar la parálisis social y el cuestionamiento institucional.

6. Hacia un acuerdo programático

El único experto que cree que hay menos polarización es Germán Camilo Prieto, politólogo, profesor de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales de la Universidad Javeriana, quien argumenta que el hecho de que Federico Gutiérrez no haya pasado a segunda vuelta ha contribuido a que la polarización sea menor, pues ni Petro ni Hernández son candidatos del establecimiento y lo que se ha visto en estas semanas son cuestiones personales.

Critica que no hay discusión sobre propuestas, ni sobre modelos, ni sobre lo que cada uno va a hacer siendo gobernante; justamente porque las propuestas coinciden y están apuntando a reformas estructurales.

“Por ese lado ya ganamos. Como analista político sí tengo mucha expectativa de que, gane el que gane, haya un acercamiento a un acuerdo programático y se puedan hacer esas reformas. Eso contribuiría a que haya menos polarización. A la sociedad colombiana le va a hacer muy bien darse cuenta de que un político de izquierda o un gobernante que está proponiendo reformas como Hernández son capaces de gobernar, de hacer cosas diferentes, y eso también va a disminuir más la polarización en el país”.