El Jefe de Estado hizo la petición en la inauguración de un centro comercial en Bogotá, y reiteró que el riesgo del proyecto “sigue alto, e infortunadamente en lugar de decrecer ha crecido”.

Santos dijo que es prioritario anticiparse a cualquier eventualidad, por lo que les pidió a las autoridades de Medellín poner fin al rifirrafe a través de declaraciones en medios y concentrarse en atender la situación:

“No es el momento de comenzar a pelearse entre los diferentes actores, y por eso mi llamado al gobernador, al alcalde, a los organismos de control, a la empresa misma [EPM]… es el momento de estar unidos, todos, para afrontar esta emergencia, esta situación. Los juicios de responsabilidad, que tendrán que venir, vendrán después; pero en situaciones como estas lo importante es unirnos todos: Gobierno Nacional, gobierno departamental, gobierno municipal, empresa, organismos de control; para afrontar de la mejor forma posible esta emergencia, y sobre todo teniendo en cuenta siempre las acciones para que las personas que están rio abajo no vayan a sufrir”.

Luego del jalón de orejas del presidente, Pérez y Gutiérrez parecieron atender la recomendación y se estrecharon la mano e hicieron las paces en una reunión en las últimas horas, a la que asistieron también los gobernadores Eduardo Verano, del Atlántico; Édgar Martínez, de Sucre; y Dumek Turbay, de Bolívar.

Las autoridades se reunieron y acordaron “acabar con el desorden”, como lo mencionó el gobernador Pérez:

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Sin embargo, antes de eso, la situación en los últimos días no fue tan cordial entre los dirigentes. En primer lugar, el pasado lunes se conoció una carta de Pérez dirigida a EPM en la que le critica la forma en que han manejado las comunicaciones de la crisis de Hidroituango: “Llevamos más de un mes de crisis, esto ha pasado a ser un problema de salud pública. Se ha manoseado la información sobre el proyecto, se perdió el hilo conductor y carecemos de certidumbre en la información”.

El gobernador señala, entre otras cosas, que “los materiales usados en la construcción de la presa no cumplen estándares internacionales”, citando un informe de expertos en Estados Unidos.

En el otro lado de la pelea han estado el alcalde y las directivas de EPM. Jorge Londoño, gerente de EPM, le salió al paso a esa declaración afirmando que la presa fue construida con altos estándares de calidad: “En ningún momento en las presentaciones que hemos recibido nosotros del cuerpo de ingenieros hablan de que no son los materiales indicados, apropiados o que no cumplen los estándares internacionales. Eso no lo ha mencionado el informe del Cuerpo de Ingenieros americano, lo que han mencionado ellos es el riesgo que ha llegado a existir de que este lleno prioritario llegue a fallar”.

Pero Pérez añadió: “Jamás, los contratistas, los constructores habían mencionado un problema en la montaña, o sea que estaban construyendo como gallinas ciegas; o es el informe de Estados Unidos que está equivocado”.

Esa afirmación fue rechazada por Luis Fernando Restrepo, gerente de Infraestructura y Diseño Integral del proyecto: “El tema geológico en particular se está estudiando desde la década del 70, conocemos las rocas. Se han hecho un sinnúmero de galerías, de perforaciones, de exploraciones de diverso género”.

Por su parte, Gutiérrez indicó: “Hemos recibido la misma información, y a mi desde el primer momento de la obstrucción del túnel hace un mes me han pintado todos los escenarios inclusive por encima del peor escenario”.

Y Londoño también rechazó los señalamientos del gobernador porque aseguró que “afectan seriamente la credibilidad y reputación” de la empresa.

Pero los señalamientos no se detuvieron ahí. El segundo ‘round’ de la pelea se dio en las últimas horas. Pérez contraatacó: “He escuchado al alcalde decir que: ‘El gobernador se bajó del bus’. A mí me parece muy vanidoso el alcalde creer que él va a salvar una crisis de la hidroeléctrica. La crisis la tienen que salvar los ingenieros, la tienen que salvar los contratistas”.

Gutiérrez solo continuó respaldando las decisiones de EPM que, según él, han buscado “proteger a las diferentes comunidades que están aguas abajo y para proteger a quienes laboran dentro del proyecto. La posición que nosotros hemos tomado es seguir avanzando en la solución de la crisis. En la emergencia es absolutamente necesario estar unidos como Gobierno Nacional, como gobierno departamental, y EPM como empresa y con los gobiernos locales.

Esta discusión, que ha tenido varios capítulos, también ha sido criticada por varios medios. El diario El Tiempo, en su editorial de este miércoles, señaló:

“Señalamientos públicos como los hechos por el gobernador de Antioquia no contribuyen a superar la crisis, sino a sembrar más dudas. En repetidas oportunidades el mensaje es que pasarán meses antes de que se pueda declarar superada la crisis. […] Por ese motivo, son lamentables los señalamientos del Gobernador de Antioquia, que parecen más encaminados a salvar la responsabilidad y cobrar viejas rencillas que a buscar salidas constructivas. Es explicable la angustia, pero hay otras maneras de tramitar las diferencias, distinta a la de sembrar dudas. Lo que se requiere es unidad. Solo así será posible superar estas difíciles semanas”.

Adicionalmente, Dario Arismendi también había emitido un comentario muy crítico hacia esta situación: “Es verdaderamente bochornoso ese espectáculo de falta de unidad. Que discutan al interior, eso está bien, eso es normal, que el gobernador exija más claridad en la información a los directivos de EPM, eso es deseable, pero hágalo con los conductos adecuados. Pero un enfrentamiento público, que se ha convertido en un pulso, eso no se había visto nunca, ni en los peores momentos de la crisis en cualquier sector del departamento de Antioquia. Frente a una emergencia de esta naturaleza, lo único que cabe es la unidad de mando, de criterio. Es el apoyo, es el respaldo emocional frente a los que esta sucediendo, frente a lo que, ojala no se presente, una tragedia que tuviéramos que lamentar”.