Y es que en ese momento tampoco se podía haber quejado de las heridas, pues según su relato le tocó fingir que estaba muerto para que los sicarios que acribillaron a nueve personas dentro de un billar no se dieran cuenta de que seguía con vida.

Ahora, desde un hospital, el hombre contó en Noticias Caracol que aunque logró salvar su vida su hermano no corrió con la misma suerte y murió en medio del ataque armado.

“Yo estaba en el billar con mi hermano, cuando los miré que se pararon en las puertas y empezaron a quemarnos tiros a todos los que habíamos ahí. Yo me hice fue el muerto, y mi hermano cayó al lado mío pero cómo alzaba la cabeza en medio de esa plomacera”, explicó.

Quintero contó en el noticiero que los sicarios entraron sorpresivamente al billar, y que sin mediar palabra abrieron fuego contra quienes estaban allí. “Ellos no hablaron ni se identificaron. Solamente fue a tiros que se identificaron. Eso es terrible que un poco de civiles caigan”, agregó.

El hombre aseguró que ni él ni su hermano, identificado como Frederman Quintero Martínez, de 32 años, tenían problemas ni habían recibido amenazas en su contra.

De Frederman Quintero se supo, por medio del diario La Opinión, que era uno de los líderes comunales del Catatumbo y que actualmente ejercía como presidente de la vereda el 84. Además, que tenía dos hijos.

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El medio regional informó que, según testigos, las personas que cometieron este ataque tenían planeada hasta la ruta de escape: iban de civil y en motocicletas, portaban pistolas y fusiles y usaron pasamontañas para cubrir sus rostros.

Lo que llama la atención de este ataque, según resalta La Opinión, es que precisamente ese día se había instalado un Consejo de Paz que convocó el Ministerio del Interior para escuchar las denuncias de líderes de la población que sienten temor por sus vidas.

El ataque ocurrió el pasado lunes en la tarde, en un billar del barrio Villa Esperanza, y según ese medio entre las víctimas hay “tres disidentes de las Farc, un líder comunal y obreros del pueblo que se encontraban departiendo” en ese sitio.

Por el momento, las autoridades dicen no tener claridad sobre quién cometió esta masacre, y ofrecen hasta 100 millones de pesos de recompensa por información que permita esclarecer el caso.