Flórez, quien fue concejal de Bogotá, pretende retomar una de las propuestas que más han solicitado los ciudadanos: que haya una brecha menos visible entre el tiempo de vacaciones del que gozan los congresistas en comparación con los ciudadanos de a pie.

Se sabe que los parlamentarios tienen vacaciones de hasta cuatro meses, cuando la gran mayoría de empleados tiene apenas quince días. Otros trabajadores de modalidades independientes ni siquiera cuentan con la posibilidad de tener en su presupuesto de tiempo un espacio destinado a las vacaciones.

Para el aspirante legislativo los beneficios de que gozan todos los congresistas son, en absoluto, desproporcionados. Haciendo cuentas, Flórez considera que, tanto a nivel de salario como de tiempo de descanso, los legisladores gozan de privilegios impensables para cualquier ciudadano del común.

“Los congresistas deberían tener los mismos 15 días hábiles que tiene una persona que tiene un empleo formal. No puede ser que yo les pague 35 millones de pesos al mes y tengan tres meses de vacaciones al año”, dijo.

El exconcejal señala que el tiempo de vacaciones debería ser de máximo un mes y que a los parlamentarios deberían pagarles por sesión asistida.